Los resultados de la última campaña «Juvena», realizada a bordo del buque oceanográfico «Emma Bardán», de la Secretaría General del Mar, y del cerquero vasco «Itsas Lagunak», para evaluar la abundancia del stock de anchoa en aguas del mar Cantábrico finalizó con resultados alentadores para los intereses pesqueros de la Cornisa. Según informa el Instituto Social de la Marina en una publicación especializada la tasación del número de juveniles de anchoa en aguas cantábricas es de 205.000 toneladas; ese dato corresponde al pasado mes de septiembre y guarda relación con los alevines nacidos la pasada primavera.

Los científicos que participaron en la campaña de recuento, que se realiza todos los años desde que se dispararon las alertas hace una década por la importante caída de las capturas de anchoa, destacaron el hallazgo de una área muy extensa de distribución de juveniles en el Golfo de Vizcaya, similar a la detectada el año pasado y «muy superior» a la de campañas precedentes. De confirmarse lo correcto de este recuento, la próxima costera de anchoa no correrá peligro. La anchoa (bocarte) es una de las costeras más señaladas del año, si bien durante un lustro (2005-2009) la especie estuvo sometida a veda para favorecer la recuperación del stock y no fue hasta 2010 cuando la Administración autorizó de nuevo la pesquería.