El paro va camino de convertirse en un pozo sin fondo, en una auténtica sangría para miles de familias de la comarca avilesina. Los malos tiempos han trastocado las estadísticas: ya prácticamente hay tantos varones demandantes de empleo como mujeres y han variado las franjas de edad más castigadas. Las medidas para atajar este problema deberían ser la prioridad de los políticos en esta ya inminente campaña electoral. Siempre aseguran en los discursos que el empleo es su obsesión, pero en realidad ciertas batallas ideológicas o disputas de poder que no interesan al ciudadano acaban por mover los hilos. Pocas veces los partidos se comprometen de forma conjunta para abordar problemas y prefieren el desgaste del contrario antes que las soluciones para los vecinos si no se cumplen las exigencias de cada cual. Ya no es tiempo para anunciar grandes inversiones ni para sacarse conejos de las chisteras. Es el momento de fijar compromisos claros para lograr que muchos asturianos vean luz al final del túnel.