Amaya P. GIÓN

El gobierno avilesino redujo el año pasado un 9,4 por ciento los gastos corrientes del Ayuntamiento para compensar la caída de los ingresos respecto a 2010 (descendieron un 2,84 por ciento). Con esta medida fue posible equilibrar el resultado final de las cuentas, que se cerraron con una desviación negativa, o déficit, de 132.000 euros del total del presupuesto, que alcanzó los 78,3 millones de euros. El remanente líquido de tesorería, sin embargo, fue de 41.312 euros por lo que el Ayuntamiento avilesino no tendrá que elaborar un plan de saneamiento financiero.

La concejala de Hacienda, Ana Concejo, presentó ayer la liquidación del presupuesto general del Ayuntamiento de Avilés de 2011, del que hizo una lectura positiva. «Hemos tenido la capacidad de reaccionar para ajustarnos a los ingresos reales y no tener una situación de déficit presupuestario que nos situara en una situación complicada», señaló la socialista.

El gobierno local manejó el año pasado unas cuentas que ascendieron a 78,3 millones, frente a los 102 de 2010 y los 120 millones de 2009. El Ayuntamiento ejecutó en 2011 el 86,9 por ciento de los gastos presupuestados y el 75 por ciento de los ingresos; los proveedores municipales cobran sus facturas en 44 días de media, seis días menos de lo que marca la legislación, según la documentación aportada por concejo.

La concejala de Hacienda reconoció que el Ayuntamiento cuenta con «recursos muy limitados» y con una «estructura de ingresos a la que intentamos ajustarnos». En cuanto al descenso en los ingresos, destacó la caída de casi un millón de euros en la recaudación del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y de una suma similar en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), en buena medida por la paralización de la urbanización de La Magdalena. «Dentro de una situación económica complicada muy desfavorable, el Ayuntamiento ha sido capaz de hacer una ejecución presupuestaria rigurosa y eso es positivo. Hemos sido capaces de ir asumiendo esas caída de ingresos tan fuertes en 2011 y, a la vez, mantener los servicios públicos y la apuesta por las políticas de bienestar social y empleo, que son las prioritarias para el gobierno», concluyó Ana Concejo.

La concejala de Hacienda hizo especial hincapié en el pago a proveedores. Aseguró que a 31 de diciembre, la liquidez de tesorería del Ayuntamiento era de 2,7 millones de euros (dinero real en caja para hacer frente a los pagos) y todos los proveedores cobraron la facturas emitidas hasta esa fecha. Sólo están pendientes de pago varias facturas, fundamentalmente relacionadas con suministro eléctrico, por un importe total de 194.000 euros ya que necesitan el reconocimiento del Pleno. Con todo esto, el Ayuntamiento no tendrá que someterse al real decreto aprobado por el Gobierno central según el cual los entes locales tienen que enviar a Hacienda todas las facturas pendientes de pago antes del 15 de marzo.

Respecto a las fundaciones, tanto la deportiva como la de cultura cerraron 2011 con déficit. La Fundación Deportiva Municipal gestionó un presupuesto de 4,8 millones, cerró el año con un presupuesto ajustado en negativo de 162.000 euros y con una desviación del remanente líquido de tesorería de 14.000. En cuanto a la de Cultura, gestionó 6,1 millones, su presupuesto ajustado fue de 21.191 euros y el remanente líquido fue negativo, por valor de 72.900 euros. Concejo aseguró que esas desviaciones «son asumibles dentro del presupuesto del año».

La concejala de Hacienda aprovechó para criticar las exigencias del Gobierno central con los Ayuntamientos y para exigir que éste no aplique la misma vara de medir para todos. «No es justo que se trate por igual a todos los ayuntamientos. Nuestros niveles de endeudamiento son buenos, y nos cortan el acceso al crédito como a otras administraciones locales donde aplican expedientes de regulación de empleo y donde no pagan a sus proveedores», concluyó la concejala socialista.