La Unión de Comerciantes entregó ayer sus premios anuales en un acto que pone de gala al siempre sacrificado sector del comercio y de la hostelería local. Los galardones permitieron entrever historias personales de lucha y sacrificio para sacar adelante negocios pese a todas las dificultades. Pero cada éxito tiene detrás a otros muchos emprendedores que fracasaron en su apuesta. Los autónomos son y seguirán siendo sufrientes desamparados de los vaivenes económicos. Cuando las cosas les van mal, pocos caminos para paliar el fracaso se les ofrecen a ellos. Y, además, bastantes dificultades les plantean las administraciones cuando dan el primer paso. En la entrega de premios hubo dos mensajes claros. El primero, que Asturias necesita un Gobierno fuerte capaz de tomar decisiones en estos tiempos convulsos. El segundo, que los políticos deben dejar de dar espectáculos de enfrentamientos tan dañinos y frustrantes como el del Niemeyer. Los autónomos saben que el servicio al cliente es lo primero, algo que debe aplicarse más en política.