Callezuela (Illas),

Myriam MANCISIDOR

«Se firma regular porque hay que apretar mucho», sentencia Ángel Aurelio López, que parece sujetar con tanto miedo como admiración el puntero con el que plasma su rúbrica digital en el ordenador de bolsillo (PDA) que le facilita Marta Raquel Miranda, auxiliar, para que certifique su hora de trabajo. López cumplirá a finales de mes 85 años, vive solo y es uno de los 21 usuarios del servicio de ayuda a domicilio que se beneficia de un programa aún en fase de prueba y pionero en el mundo que en 2010 se implantó en Illas. En este concejo y gracias a un acuerdo del Ayuntamiento que dirige Alberto Tirador y la empresa ACServicios, los mayores han dicho adiós a la celulosa y utilizan las nuevas tecnologías para que a sus cuidadores no se les escape ni un solo dato: los aparatos móviles informan a las auxiliares de horarios de toma de pastillas, cambio de pañales, visitas al médico, pautas en la dieta e incluso el posicionamiento vía GPS de los ancianos que están a su cuidado.

Los mayores de Illas están así 24 horas bajo control de acuerdo a los servicios de asistencia relacionados con la Ley de Dependencia. Si bien el programa «PiaControl» está desde hace dos años en prueba en Illas, son ahora mismo distintos países europeos y algunas regiones españolas los que se rifan la implantación de este modelo que carece de ayudas públicas, según el gerente de ACServicios, Antonio Corripio.

«En Asturias quedamos finalistas de un premio del IDEPA al impulso a la gestión empresarial innovadora. Luego solicitamos una subvención al mismo organismo y nos la denegó argumentando que nuestro proyecto incumplía el carácter innovador, algo ilógico», explica Corripio, que a través del programa «Dicex» de Asturex ya ha hecho una prospección de mercados en Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Italia, Dinamarca y Suecia.

Por el momento, sin embargo, los únicos beneficiarios de «PiaControl» son los mayores de Illas: 21 usuarios del programa de ayuda a domicilio y ocho del centro de día. Estas personas participan como otros tantos ancianos en talleres de gerontogimnasia, musicoterapia o psicoestimulación con la única diferencia de que tanto sus auxiliares como sus familiares pueden seguir sus movimientos desde casi cualquier lugar, siempre que la cobertura lo permita y de acuerdo con la ley de protección de datos.

Ángel Aurelio López Fernández trabajó en montajes, fue alguacil del Ayuntamiento de Illas y ejerció también como celador en el Hospital y en el antiguo ambulatorio de Avilés. Asegura que a sus años pocas cosas le sorprenden, pero aún abre los ojos como platos cada vez que ve a su cuidadora seguir el planning de tareas utilizando «un pequeño trasto (por la PDA)». Marta Raquel Miranda y Elena Robles, entre tanto, están encantadas con este novedoso sistema que les facilita el trabajo y que les permite cuidar mejor a los ancianos a la vez que ahorran tiempo en trámites burocráticos.

«La Administración únicamente puede comprobar la prestación correcta de los servicios mediante la presentación de facturas por parte de los beneficiarios, en el caso de la ayuda a domicilio, o mediante inspecciones y visitas periódicas, en el caso de los servicios en centros de día y residencias. Con la tecnología móvil queda registrado qué hace cada trabajador, dónde y cuándo», sentencia el gerente de ACServicios, una empresa formada por 48 personas que en Asturias atienden, de media, a siete usuarios cada una de ellas. Añade: «Las tecnologías móviles están todavía infrautilizadas en el campo de la asistencia a las personas dependientes».

Por eso «PiaControl» es un programa pionero en el mundo. Dicho sistema permite a una trabajadora, por ejemplo, preguntar a través de su PDA dónde están las llaves de una casa para acceder a la vivienda a cumplir con su trabajo o recibir el mensaje de un familiar recordándole que a tal hora y en tal sitio el anciano tiene cita en una peluquería. En cualquier caso se trata de ofrecer y recibir información in situ. «Las familias pueden realizar de esta forma un seguimiento de las tareas e incidencias, algo muy importante cuando el anciano reside solo», subraya Corripio, que incide en que «PiaControl» podría adaptarse a otras áreas, como la sanitaria.

Los mayores de Illas, entre tanto, aún están procesando este novedoso sistema que les lleva a escribir con sus manos aún fuertes del trabajo en el campo su nombre en una pequeña pantalla de ordenador. Lo del GPS, a los ancianos les cuesta más comprenderlo, pero están satisfechos porque así tanto ellos como sus cuidadores están siempre localizados. Saben, en definitiva, que estas herramientas móviles simplifican su cuidado.