Teresa CEMBRANOS

El proyecto llamado a transformar el entorno de la ría de Avilés, el plan conocido como Isla de la Innovación, empieza a hacer aguas. Y es que con el cambio de color del Gobierno estatal, el plan parece que va a perder uno de sus pilares básicos y, además, propietario de en torno al 60 por ciento de los 572.000 metros cuadrados afectados. El PP, tras su desembarco en La Moncloa, quiere abandonar todas aquellas empresas y fundaciones del sector público que consideran que no son más que agujeros por los que se pierde dinero, y el de Avilés parece ser uno de ellos.

El caso es que deja huérfano al proyecto semanas antes de que el equipo multidisciplinar presente el plan especial. La sociedad, tal y como ahora está constituida, se disolverá en ese momento. Y ahí llegará el quiz de la cuestión, ya que las administraciones tendrían que constituir una sociedad patrimonial llamada a desarrollar la urbanización de la nueva centralidad, que se estima multimillonaria. Ahora, todo eso queda en el aire.

La presentación en sociedad de la Isla de la Innovación se produjo en marzo de 2008 y su planeamiento, elaborado por la Fundación Metrópoli, se apoya en la idea original del urbanista Eduardo Leira, que hace más de una década propuso definir una especie de isla, gracias a un canal artificial. Hasta ahora, el proyecto iba de la mano del Principado, el Ayuntamiento, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) y la Autoridad Portuaria. Todos ellos constituyeron un consejo de administración que ya estuvo asociado a dos gerentes. El primero, el ex alcalde Santiago Rodríguez Vega, que renunció por la poca gestión que le dejaban. El segundo, Santiago Caicoya, hasta entonces responsable de la constructora semipública Sedes. Caicoya conoce bien el proyecto, ya que fue el responsable de la construcción del centro cultural Oscar Niemeyer, el primer pilar de la futura isla.

El proyecto incluye espacios comerciales, deportivos, de ocio, residenciales y viviendas, aunque aún falta por concretar todos ellos. Ahora, se espera que el equipo que ganó el concurso, el grupo que integra Taller de Ideas, Arup y Tecnia Ingenieros, con la colaboración de la Fundación Metrópoli, Foster & Partners y Garrigues, presente el dibujo con las líneas maestras de una zona que estaba reservada para cambiar la fisonomía de la ciudad. En el año 2010, Santiago Caicoya calculó que harían falta entre 10 y 15 años para ver la Isla de la Innovación florecida. Ahora, todo puede saltar por los aires.