Marta PÉREZ

«Cada nombre de lugar parece encerrar un secreto arcano. Está ligado a nuestro pasado, a nuestros orígenes, a los hombres y mujeres que nos precedieron en esta tierra que ahora ocupamos». Así comienza la primera tesis doctoral sobre toponimia marinera realizada en Asturias, y que tiene como escenario la comarca avilesina. El filólogo Cristian Longo Viejo obtuvo la máxima puntuación tras leer su tesis doctoral «Etnotoponimia entre las rías de Aboño y Avilés», dirigida por los profesores Marta Pérez Toral y Julio Concepción. Es el resultado de una investigación que comenzó en 2004, y que se fundamenta, en buena medida, en el trabajo de campo del autor. «La etnotoponimia es consecuencia de los usos y las costumbres del pueblo. Y de esto, los que más saben, son los pobladores de la zona», explica Longo. Por eso su tesis doctoral bebe de las entrevistas mantenidas con más de doscientos vecinos del territorio mayores de setenta años. Viejos lobos de mar y sus pacientes esposas. «Me enseñaron que todo lo que sirve para algo tiene un nombre, lo demás no importa, como si no existiese», explica el filólogo, quien añade que estas personas «son los verdaderos hacedores de la tesis».

Cristian Longo (Mieres, 1977) eligió los concejos de Carreño y Gozón para realizar su investigación porque desde niño pasó muchos veranos en la zona. «Los nombres del mar tienen "algo", me resultan muy interesantes», cuenta. Su trabajo se estructura en varias partes. Así, analiza los ictiotopónimos (los peces), los fitotopónimos (las plantas), los hidrotopónimos (el agua), los orotopónimos (el terreno), los hagiotopónimos (nombres sagrados), los antrotopónimos (nombres propios) y otros apartados, como el dedicado a las designaciones metafóricas, uno de sus favoritos. Una metáfora es, por ejemplo, la que da nombre a la Punta la Vaca, un saliente que destaca por su altura y tamaño al nordeste de la parroquia de Luanco, entre la zona acantilada de Ñera y el pedrero de Llaos. El nombre le viene dado por la forma alomada que recuerda a la fisionomía del animal. «Además, el peñón que está situado enfrente de La Vaca, ya en el mar, recibe el nombre de El Xatu, reproduciéndose así la imagen tradicional en nuestra región de la vaca con su cría», apunta Longo.

De los usos da buena cuenta el topónimo El Campu les Sardineres, una finca en la cima del Monte Areo, donde las vendedoras de pescado hacían una parada para descansar tras una dura subida desde El Valle. Tras el descanso, las mujeres seguían su camino hacia Serín. «La finca tiene nombre porque hacían allí la parada, porque tenía una utilidad, que era ésa», explica el autor de la tesis.

Entre sus topónimos favoritos se encuentra, «Les Cabañes», hoy un barrio en la parroquia de Verdicio, por la historia que guarda. «Les Cabañes está en la línea divisoria de cuatro parroquias: Verdicio, Manzaneda, Santa Olaya y Vioño. El lugar fue habitado por vaqueiros de alzada, que se instalaban allí de septiembre a febrero, porque al estar en la frontera, no tenían que rendir tributos a ninguna de las parroquias», explica el autor de la tesis. «Con la primavera volvían a los puertos. La orientación de Les Cabañes es muy importante, porque desde allí se ve con nitidez toda la cordillera y la sierra del Aramo, así controlaban la nieve, cuándo empezaba a retirarse, para poder volver al puerto», cuenta Cristian Longo.

El trabajo de Cristian Longo encierra cientos de curiosidades como estas. Ahora está pensando en publicar su tesis, un proyecto en el que quiere implicar a las administraciones locales de la comarca. Para Longo trabajos como el suyo tienen una doble aplicación práctica: la didáctica y el turismo. «Soy profesor de Secundaria y tengo claro que se aprende mucho más en una excursión al campo que dentro de un aula», explica. «La toponimia sirve para aprender historia, geología, lengua?», asegura el filólogo. Cristian Longo también conciencia sobre la importancia de que se realicen trabajos de este tipo: «Lo que no se recoja ahora de manera oral se perderá. Es una pena, porque forma parte de nuestra cultura».