Marta PÉREZ

El conductor que atropelló en julio del año pasado a un niño de cinco años en Cancienes (Corvera) causándole la muerte aceptó ayer una pena de dos años de cárcel -queda suspendida al no constarle antecedentes penales al condenado- y la retirada del carné de conducir durante seis años por un delito de homicidio imprudente.

La vista oral se desarrolló ayer entre fuertes medidas de seguridad en el Juzgado de lo penal número uno de Avilés. Cerca de una decena de agentes de la Policía Nacional se desplazaron a la sede judicial para garantizar la seguridad del conductor, que cuando atropelló al pequeño circulaba sin seguro y a una velocidad superior a ochenta kilómetros por hora en la travesía de la AS-17 por Cancienes . La familia del pequeño, de etnia gitana, abucheó al condenado a la salida del Juzgado. El incidente no pasó de ahí.

El responsable del atropello, Javier Basilio Blanco Pedregal, reconoció los hechos ante el juez, lo que propició un acuerdo de conformidad entre las partes y la consiguiente rebaja de la pena. La Fiscalía solicitaba inicialmente una pena de dos años de cárcel y otros dos años de retirada del permiso de cinculación. Por su parte, la acusación particular elevaba la petición de cárcel a cuatro años. «La familia ha hecho un esfuerzo grande para llegar a este acuerdo», explicó el abogado de la acusación particular, Ignacio Pérez Arévalo. «La pérdida de un niño es muy dolorosa, hemos abogado por aumentar el periodo de retirada del carné, que con seis años, implica perderlo». El letrado también explicó que la familia ya había cobrado del consorcio de compensación de seguros, como responsable civil indirecto, una indemnización de 100.000 euros (cifra que no quiso precisar la acusación, pero que sí trascendió por fuentes de Fiscalía). «La vida de un niño no se puede baremar, en cualquier caso me parece una cantidad ridícula», matizó la acusación particular.

Por su parte, el letrado de la defensa, José Mallo Fernández Ahuja, destacó el arrepentimiento de su defendido y trasladó su petición de perdón a la familia. «Ha reconocido los hechos, iba rápido. Es consciente del dolor que ha causado, quiere hacer público su arrepentimiento y trasladar sus disculpas a la familia», explicó la defensa. El abogado de la acusación particular explicó, a continuación, que la familia aceptaba estas disculpas, pero que «ojalá hubieran llegado con anterioridad, no cuando lo dice el juez, porque hasta ahora estas disculpas y el arrepentimiento no se conocían», manifestó.

Los hechos juzgados ayer se remontan al 4 de julio de 2011. Alrededor de las ocho de la tarde, el condenado atropelló al pequeño en Cancienes cuando circulaba en un vehículo sin asegurar y a una velocidad superior a la permitida. El menor falleció horas después del atropello en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en Oviedo. El trágico suceso reavivó el debate sobre la peligrosidad de la travesía de Cancienes, que registra accidentes de forma frecuente.