El debate electoral organizado por el Club de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés puso sobre la mesa varias claves: la primera, que los partidos en la oposición se aferran al escenario político nacional para armarse de argumentos; la segunda, que todos coinciden en la imagen de tiempo perdido por el «desgobierno» autonómico de Foro Asturias. Los dirigentes foristas no asistieron y una vez más prefirieron autoexcluirse de una cita clásica en Avilés que propicia este periódico ante los comicios municipales y autonómicos. Después vendrá la cantinela de que no les hacen el caso que ellos consideran justo, en ese afán por embarrar el terreno de juego. El todos contra mí o la búsqueda de un enemigo externo para justificar las propias carencias o tratar de silenciar las críticas son recursos facilones y demasiado viejos. Lo que los ciudadanos demandan después del 25-M es que quien resulte de las urnas tome las riendas sin excusas y gobierne en estos tiempos de incertidumbre. Lo demás son ganas de marear inútilmente.