A Román Antonio Álvarez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Avilés, se le quedó ayer el corazón partido. Tras años consagrado a la política, este curso regresó a las aulas como docente de Geografía e Historia, y ayer se despidió de sus alumnos al alcanzar ya el día de la jubilación. «Donro», como lo llamaron generaciones de estudiantes, cerró así su etapa de profesor en el Instituto Los Campos, aunque difícilmente abandonará la vocación de docente que se le escapa en cada discurso. Sobre estas líneas, Álvarez, rodeado de sus alumnos.