Francisco L. JIMÉNEZ

La salud de los avilesinos es una de la que más se resiente de Asturias de los malos hábitos en cuanto a estilo de vida, de la existencia de factores ambientales que favorecen la aparición de enfermedades y del predominio de unos factores socioeconómicos perjudiciales desde el punto de vista sanitario. Así se desprende de las estadísticas recopiladas por el Observatorio de Salud de Asturias, un ente dependiente de la Consejería de Sanidad que trabaja en colaboración con el Instituto de Salud Poblacional de la Universidad de Wisconsin. La «foto» de salud elaborada por este organismo para la región retrata a los avilesinos como los segundos asturianos más sedentarios, sólo superados por los gozoniegos; los segundos que más se exceden con el alcohol, sólo superados por los corveranos; y los que soportan los mayores niveles de contaminación del aire junto a los vecinos de concejos como Corvera, Langreo y Mieres. En apartados como la prevalencia de fumadores, los hábitos alimentarios y la calidad residencial, Avilés también sale peor parada que la media asturiana. Sólo hay un factor de los que considera el Observatorio de Salud para evaluar el índice de salud teórico de los asturianos en el que Avilés es líder en positivo: la calidad del agua de consumo.

El Observatorio de Salud de Asturias considera cuatro familias de factores como determinantes de la salud: los hábitos de vida, a los que otorga un peso del 40 por ciento en la declaración de enfermedades; los factores socioeconómicos, con un peso del 31,5 por ciento; la asistencia sanitaria, con un peso del 10,5 por ciento; y la calidad ambiental, con un peso del 10 por ciento. Avilés suspende en tres de esas cuatro familias: estilo de vida, factores socioeconómicos y calidad ambiental.

El sedentarismo, entendido como el número de personas que refiere estar sentada la mayor parte de la jornada cuando se le pregunta específicamente por ese hábito en la Encuesta de Salud, es práctica habitual del 42,60 por ciento de los avilesinos, lo que coloca al concejo como el segundo más sedentario de la región por detrás de Gozón, donde el porcentaje en cuestión es del 45,80 por ciento. Los asturianos más dinámicos, según la misma tabla, viven en concejos como Coaña, Valdés, Nava, Taramundi o San Martín de Oscos.

El consumo excesivo de alcohol se perfila como la segunda mayor lacra de los hábitos de salud de los avilesinos. El concejo ocupa el puesto 77 entre los 78 concejos asturianos, siendo Corvera el que cierra la lista y Gozón el que va inmediatamente delante de Avilés. El Observatorio de Salud de Asturias define consumo excesivo de alcohol como «la frecuencia relativa de ingesta de alcohol, medida en porcentaje, de las personas que declaran consumir de manera considerada excesiva». Así, bebedor excesivo es aquel que ingiere diariamente más de 50 centímetros cúbicos de alcohol puro. Con un 12,70 por ciento de la población en la «zona roja», Avilés está a años luz de concejos con menos prevalencia de bebedores excesivos como Cangas del Narcea o Llanes (0,2 por ciento en ambos casos).

Por tipo de dieta, Avilés ocupa el puesto 63 de los 78 concejos asturianos. Lo que estudia en este apartado el Observatorio de Salud de Asturias es el porcentaje de población que refiere tener un consumo inferior a tres veces por semana de fruta o verdura. El 6,51 por ciento de la población avilesina está en ese caso, según la Encuesta de Salud; los asturianos que comen más fruta y verdura viven en Castropol y Vegadeo, en donde sólo el 0,11 por ciento de la población no llega a las tres ingestas semanales de fruta y verdura.

La prevalencia de fumadores también coloca a Avilés en el puesto 63 del ranking municipal de Asturias. Fuma a diario, según la Encuesta de Salud, un 32,70 por ciento de la población avilesina. Los mejores resultados de Asturias en este apartado fueron los obtenidos en Caso, Laviana y Sobrescobio, donde se declara fumador el 20,7 por ciento de la población.

El desempleo, el porcentaje de perceptores del Salario Social Básico y la cifra de personas incluidas en las clases sociales menos favorecidas constituyen, a juicio del Observatorio de Salud de Asturias, factores asociados al estado de salud. Cuanto más altos sean los indicadores de los primeros, más se resiente, en teoría, la segunda.

Bajo esa premisa, Avilés es el segundo concejo que peor parado sale en Asturias en la relación entre salud y salario social, sólo superado por Corvera. El Observatorio de Salud de Asturias entiende que el Salario Social Básico es una prestación orientada a personas que carecen de recursos económicos suficientes y, por tanto, indicativo de las privaciones que sufre la población beneficiaria. Los asturianos que salen mejor parados en este análisis son los que viven en el concejo de Las Regueras.

A este respecto, la concejala de Servicios Sociales de Avilés, sabedora del alto porcentaje de beneficiarios del salario social en Avilés, explicó recientemente a este diario que las cifras no necesariamente deben ser asociadas a la pobreza, sino que también guardarían relación con el gran esfuerzo que ha hecho el Ayuntamiento por facilitar el acceso ciudadano a esta prestación.

En el ranking de personas catalogadas en clases sociales desfavorecidas, Avilés es el 73º concejo asturiano que sale peor parado, siendo Llanes el más favorecido por la estadística. Y si se trata de examinar el impacto del desempleo en la salud, Avilés ocupa el puesto 72, siendo Belmonte de Miranda y Soto del Barco los concejos en los que todos los demás querrían mirarse.

No todo son malos datos en el apartado de la influencia sobre la salud de los factores socioeconómicos. Avilés ocupa una honrosa 31ª posición (para 78 concejos considerados) en la influencia sanitaria del nivel de estudios de sus habitantes, el puesto 8º por índice de familias monoparentales (el Observatorio de Salud de Asturias relaciona este hecho con el grado de desarrollo afectivo, social y psicológico de los menores) y un envidiable 2º puesto si lo que se examina es el número de personas adultas que carecen de algún tipo de apoyo social (apenas el 1,90 por ciento de las consideradas).

La calidad ambiental del medio físico donde viven los avilesinos redunda en los datos negativos ya expuestos para los estilos de vida y los factores socioeconómicos. El nivel de contaminación del aire coloca a Avilés como el 70º municipio con peores condiciones atmosféricas, desde el punto de vista de la influencia para la salud. En este capítulo, Corvera, Castrillón e incluso Gozón tienen cifras igual de malas que Avilés.

La calidad ambiental general, entendida como la valoración que los ciudadanos hacen del entorno donde viven (ruido, tráfico, vecindario, lugares de paseo y esparcimiento, etcétera), depara para Avilés ocupar el puesto 62 entre los 78 concejos de Asturias. Este apartado lo encabeza Vegadeo, donde sus habitantes tienen la mejor percepción de toda Asturias sobre la calidad de vida que les rodea.

La excepción positiva, dentro del análisis realizado para determinar la influencia de la calidad ambiental sobre la salud de los avilesinos, es el agua de consumo doméstico. El cien por ciento del suministro está controlada sanitariamente y, por tanto, goza de las máximas garantías de potabilidad. En el mismo caso que Avilés se encuentran Gozón y Corvera, según los datos del Observatorio de Salud en Asturias.