E. CAMPO

El jardín oriental de la dársena de San Agustín estará listo la próxima semana. Así lo anunció el presidente de la Autoridad Portuaria, Raimundo Abando, quien indicó que la previsión es incluso adelantar la fecha de fin de obra. Así, de mantenerse el ritmo actual, podría finalizar en siete días, con casi una semana de antelación sobre el plazo previsto. Abando destacó el acierto estético de optar por un modelo de jardín que no interfiera con las perspectivas arquitectónicas que ofrece el Niemeyer sobre la ría avilesina.

La idea es que este nuevo espacio ajardinado esté abierto al público siempre que las condiciones climatológicas no aconsejen lo contrario. El diseño consiste en una zona ajardinada con piedra blanca y arbustos bajos, especialmente boj y palmeras. Todos los elementos tendrán una estética en concordancia.

La adecuación de este espacio, que hasta ahora permanecía desocupado, se enmarca en los preparativos para la llegada de los cruceristas. El primer crucero, el «Braemar», atracará en el muelle de San Agustín el 2 de mayo. La llegada está prevista a las ocho de la mañana, y esa misma tarde continuará su periplo. Cuenta con capacidad para 968 pasajeros, una eslora de 163,81 metros y 22,5 de manga, y el equipamiento para los cruceristas es de 254 camarotes exteriores, 95 interiores, 19 con balcón privado y 19 suites. Los precios, por persona y para siete noches, van en función de cada tipo de habitación. En la web de la naviera se ofertan camarotes interiores desde 852,43 euros (por persona), exteriores a partir de 1.044 euros, con balcón privado desde 1.495 y las suites rondan los 2.000 euros: todos estos precios se corresponden al viaje de 2012.Las otras dos escalas de este año está fechadas para los días 31 de octubre y 10 de diciembre. Todos los cruceros que amarrarán en San Agustín tienen una capacidad de entre 968 y 1.350 personas.

La Cámara de Comercio organiza la recepción de los cruceristas, ya que los expertos aseguran que la promoción que ellos hagan de la ciudad será fundamental. Entre los objetivos está la colocación de una carpa, que también correrá a cargo de la Autoridad Portuaria, para poder ofrecer un ágape a los visitantes. La Cámara de Comercio avilesina organizó varios grupos de trabajo que ya preparan la puesta a punto de la ciudad. El objetivo es que Avilés deje una buena impresión en los visitantes, ya que el «boca a oreja» es muy importante a la hora de consolidar los destinos.