Saúl FERNÁNDEZ

El empresario avilesino Alfredo Suárez abrirá una oficina comercial en Guinea Ecuatorial y en la República de Angola en las próximas semanas. Suárez dirige la fábrica de puertas Asturmadi, una empresa que se aventuró en el mercado exterior al comienzo de la crisis (2008) como un medio para la supervivencia comercial. Suárez pone los ojos ahora en el África subsahariana, pero desde hace meses vende sus productos en Argelia y Marruecos. Asturmadi abre los mercados africanos aprovechando el trabajo de la ingeniería asturiana Impulso: «Avelino Suárez y yo somos hermanos», apunta el director la fábrica de puertas de Las Arobias.

La expansión comercial de Asturmadi es patente este mes: expone sus puertas en la Feria Materiales de Construcción de Rusia (Musbuild). Rusia es, de hecho, uno de los principales mercados de la compañía de Suárez. «Cada mes sacamos en barco cuatro o cinco contenedores», comenta el empresario. Primero en dirección a San Petersburgo y, actualmente, a Moscú. «Nuestro socio allá se ha expandido hacia la capital», aclara Suárez.

El mejor año de Asturmadi fue 2006. «A partir de ahí, comenzó la caída», apunta Suárez. Entonces Asturmadi empleaba a más de 70 personas (actualmente, cuenta con 32 empleados: «El proceso de producción está muy mecanizado», aclara el empresario avilesino). «En 2008 empezamos a caer. El año 2009 fue horroroso. También 2010», explica Suárez. «Había que salir fuera», añade. Y Asturmadi acudió a Asturex para ello. «Nos ha servido de mucha ayuda a los empresarios, ha sido un acierto. Ellos nos abrieron los mercados de Marruecos, de Argelia...», señala.

Los principales clientes de Asturmadi están en la construcción. «El 80 por ciento de mi facturación son negocios en el extranjero. Lo que hago en España es practicamente residual», confiesa Suárez.

Polonia es también uno de los mercados principales de la empresa avilesina. Y, asimismo, Perú. «Estamos estudiando la posibilidad de montar una fábrica allá para dar cobertura a países como Ecuador, Colombia...», asegura el empresario. «Sería una pequeña fábrica, porque la construcción no ha caído tanto», añade. Polonia recibe cada mes dos grandes camiones de Asturmadi. «Allí los negocios los hacemos por carretera», continúa el avilesino.

«Hace unos años emprendimos el camino del exterior. Para estar como en 2006 todavía me quedan tres años más, pero mis negocios no están aquí», concluye Suárez.