Miguel Solís Santos (Avilés, 1956) contribuyó al progreso de la lengua asturiana cuando en los primeros años ochenta publicó «Les llamuergues doraes», la primera novela en bable. Hasta entonces, su lengua madre sólo había servido para dar voz a los versos o, mansamente, para contar cuentos de campo y tradición. Solís, el primer novelista contemporáneo, protagoniza el homenaje que esta tarde (20.15 horas) le tributan los Amigos del País.

Pero Solís Santos no sólo es novelista: es pintor cubista, ilustrador de relumbrón, autor de la superexitosa «Hestoria d'Avilés»: un recuento de mil años de pasado de la ciudad en la que nació. Solís Santos, que es profesor de Ciencias en Secundaria, es autor de «Sabugo. El barrio marinero de Avilés durante el Antiguo Régimen» (KRK Ediciones y Consejería de Cultura del Principado de Asturias, Oviedo): la primera monografía sobre el barrio en el que desde hace años reside. Con este libro obtuvo el Premio «Patac 2009». Y ha ganado también todos los premios más importantes de las letras en asturianas: el «Xosefa Xovellanos» en varias ocasiones, por ejemplo.

Miguel Solís Santos colabora ocasionalmente con LA NUEVA ESPAÑA. Los intereses del intelectual avilesino son tan amplios como diversos. Es autor de carteles de promoción cultural. Desde hace algunos años ilustra las «Xornaes d'escolinos».