La receta del pacto se cuece en Avilés. A falta de primeras espadas de la política regional -no hay elecciones a la vista y es un engorro darse el paseo, con lo cara que está la gasolina- concejales y afiliados de los partidos con representación municipal limaron rencillas en la Comida en la calle a golpe de tortilla y bollo preñao. ¿Que hay que pactar? Pues a ello. Y así el socialista Miguel Ángel Balbuena y el forista y portavoz Pablo Lorda se brindaron mutuamente unas empanadillas secuestradas de la mesa de Foro para mostrar voluntad de diálogo. Presenció la escena la diputada socialista Mariví Monteserín, comensal invariable en El Bollo avilesino. «Ah, estamos llegando a un acuerdo de Gobierno», señaló de buen humor. Y es que a los políticos, hombres al fin y al cabo, también se les conquista por el estómago, y una buena empanadilla hace milagros. Por cierto, ni Balbuena ni Lorda mostraron mayor interés por saber si tenían a algún representante de UPyD cerca para agasajar.

Porque foristas y socialistas fueron los más próximos ayer en El Parche. Los primeros tenían «un poco de todo», según Lorda: pinchos, tortilla... Y la especialidad en la mesa socialista era, además de la paella, los productos de repostería, tal y como apuntó la portavoz socialista, Ana Concejo. «Por aquello de promocionar el Sweet Llambión», añadió. También en El Parche estaba la mesa presidencial, con un pequeño grupo de concejales liderados por la Alcaldesa, Pilar Varela. A ellos les tocó el menú oficial: fabada.

El PP quedó esta vez ligeramente escorado hacia la derecha: en La Fruta, concretamente. «Que aquí se está mucho mejor, hay menos barullo», aseguraron. Sobre la mesa, tortillas, empanada... y las especialidades de Constantino Álvarez y Charo Pando -el portavoz popular y su esposa-, empanadillas y marañuelas, respectivamente. Todas las claves de la cocción, en Facebook. La diputada Carmen Rodríguez Maniega se decantó, no obstante, por un bollo mantecado de pascua -de tres pisos y decorado con huevos de chocolate- como base de la negociación política. «Elijo un bollo para que se vea que Avilés tiene que ir por delante. La ciudad tiene muchas necesidades, después de sufrir varios gobiernos del PSOE: reivindicamos el avilesinismo en un día como hoy». En la mesa popular comió el senador del PP Mario Arias, dispuesto a disfrutar del «día tan guapo» que ayer lució sobre la fiesta de Pascua.

Los menos coordinados, ayer, fueron los de IU. Y así, mientras el coordinador local, Ángel Guido, comió en El Carbayedo junto a un grupo de afiliados, otros simpatizantes se reunieron en el tradicional enclave de Carlos Lobo. «Nosotros somos muy anarquistas», sentenció Francisco Rodríguez Amorín. La foto se la hicieron con sidra, todo un seguro a prueba de recortes.

Con foristas y socialistas negociando sobre la mesa de diálogo, y el resto de partidos celebrando la fiesta, El Bollo de Avilés fue un año más escaparate político aunque, eso sí, austero: la crisis también pinchó la burbuja de globos con reclamo y de pañuelos.