Francisco L. JIMÉNEZ

El posicionamiento de los dos principales sindicatos de la comacra, la UGT y CC OO, en favor de la continuidad productiva de las baterías de coque de Arcelor-Mittal -más cuando bajo su punto de vista los frutos de la llamada Isla de la Innovación no se verán hasta 2034- no ha dejado indiferentes a los partidos políticos de Avilés, que cuales jugadores de ajedrez han movido ficha en el complejo tablero donde se dilucida el diseño urbanístico del Avilés que viene, ese que tiene como pretendida centralidad los 575.000 metros cuadrados de suelo dispersos en el triángulo imaginario con vértices en el Centro Niemeyer, Divina Pastora y las baterías de coque.

La Alcaldesa socialista de la ciudad, Pilar Varela, fía a más corto plazo que los sindicatos los resultados tangibles de la Isla de la Innovación y ve compatible el desarrollo de este proyecto con la presencia de las baterías «siempre que Arcelor, como es su obligación, cumpla con los deberes ambientales». Foro Asturias apuesta por la continuidad de baterías más allá del año 2017 «porque constituyen una instalación clave en la competitividad de las plantas que Arcelor-Mittal posee en Asturias y, por tanto, de importancia estratégica en su futuro», según el concejal Alejandro Menéndez Gelaz. Y desde el PP, su portavoz municipal, Constantino Álvarez, sostiene que «si ponemos en la balanza un proyecto de transformación de ciudad que no deja de ser el cuento de Antoñita la Fantástica y del otro lado las baterías de coque, que es un valor industrial seguro, el PP apuesta por el empleo y la seguridad».

Varela discrepa de los sindicatos en dos consideraciones al respecto de la Isla de la Innovación: que sus frutos llegarán mucho antes de 2034 -«el gobierno local trabaja, al menos, para que así sea», apunta- y que el desarrollo de la misma, entendido como la planificación urbanística de la nueva centralidad de Avilés, es «irrenunciable». Una vez aclarados esos extremos, la Alcaldesa calificó de «inequívoco» el compromiso municipal «cuando de lo que se trata es de dar respuesta a las necesidades de las empresas».

Sobre el caso concreto de las baterías de coque, la opinión de Varela es que «así como la ciudad da muestras de saber convivir con la industria -véase el acuerdo alcanzado para prorrogar su actividad hasta 2020 cuando debían haber cerrado en 2007-, la industria debe atender sus compromisos ambientales». Sobre esas bases, Varela no descarta nada: «El año 2020 aún queda muy lejos, lo prioritario ahora es sacar adelante el plan especial de la Isla de la Innovación (la Alcaldesa está por la labor de llevarlo a Pleno en el mes de mayo) y resolver el tema de la barrera ferroviaria».

En opinión de Foro Asturias, y en la línea de las declaraciones realizadas por los responsables comarcales de la UGT y CC OO, el apoyo a la industria de la ciudad «debe constituir el eje fundamental de las políticas de apoyo a la empresa, y con ello a la generación de empleo, que se desarrollen en la comarca de Avilés». En este sentido, el edil Alejandro Menéndez Gelaz opina que «dentro del actual contexto económico y financiero, en Foro subrayamos la conveniencia de avanzar en los proyectos de futuro, sin abandonar aquellos que suponen el presente de la ciudad en términos de generación de riqueza y empleo, como es el caso de las baterías de coque». Por todo lo anterior, los foristas consideran de vital importancia que desde Arcelor-Mittal se perciba «un clima social e institucional en la ciudad favorable a la continuidad de esas instalaciones en Avilés más allá de 2017».

Por último, y en relación al desarrollo urbanístico del proyecto de la Isla de la Innovación, desde Foro reiteran que «los esfuerzos deberían centrarse en el diseño y ejecución de los accesos al puerto, así como en el soterramiento de la barrera ferroviaria, infraestructuras que son claves en la competitividad de las empresas de la ciudad y sin las que no tendría sentido hablar de actuación alguna en esa zona».

Constantino Álvarez, del Partido Popular, dice estar «en la misma línea de los sindicatos» cuando se habla de las baterías de coque. «En estos momentos, con casi 10.000 avilesinos buscando empleo, la industria es fundamental y no podemos arriesgarnos con ella. Ojalá las baterías de coque continúen funcionando no sólo durante el periodo previsto sino más allá, porque eso nos garantizaría el mantenimiento del empleo directo e indirecto que genera. La industria transformadora del acero necesita de las baterías, así que no juguemos con fuego. Eso sí, es necesario que la coquería cumpla con todos los requisitos medioambientales».