E. CAMPO

Cuando Marcelo Fernández abre la boca, los clientes del chigre cierran la suya. Y lo mismo pasa cuando son Vicente Palacio y Tonino Bustamante, el «Dúo Durango», quienes comienzan a cantar, acompañados de los rasgueos de la guitarra de Tonino. Estas tres voces llevan años dando calidez, emoción y alegría en bares, romerías e incluso auditorios de dentro y fuera de Asturias, y como compañeros bien avenidos hacen de cada actuación una fiesta de la que disfrutan tanto ellos como los espectadores. «Somos muy amigos, nos apreciamos mucho», sentencian.

La especialidad de Marcelo es la canción asturiana. Sobre todo canta por «El Presi». El «Dúo Durango», en cambio, tiene repertorio de boleros, rancheras y habaneras. Así que en sus actuaciones intercalan un poco de cal y otro poco de arena para conquistar y entretener al respetable. «Así no cansamos», explican.

La crisis, de momento, no afecta a los encargos que reciben estos virtuosos de la canción. Los encargos son continuos y rara es la semana que no van aquí o allá. Las anécdotas que van recogiendo en su trayectoria pasan por largas veladas «hasta las tantas», canción tras canción, en las que las horas se pasan sin sentir, remojadas en docenas de botellas de sidra? «Cantando no hay ningún problema, por lo menos nosotros nunca lo tuvimos», remata Marcelo Fernández.

Cuando Tonino tenía 18 años encargó a Valencia una guitarra. Era el año 1957. El empeño le vino de que había dos andaluces, trabajadores de Entrecanales, que por la tarde tocaban el acordeón y la guitarra todos los días en La Eritaña. Ahí le entró el veneno de las cuerdas y se empeñó en arrancar acordes. «A un maestro nunca fui. La música que sé son las cuatro reglas normales». Con estos mimbres y un mucho de intuición musical, Tonino toca desde flamenco hasta un bolero, acompañando siempre por la otra mitad del «Dúo Durango».

Entre sus actuaciones más especiales destacan la que hicieron en El Ferrol hace tres años, a donde les llevó Luis Mahamud, y donde les recibieron hasta en el Ayuntamiento. Pero son innumerables los chigres y fiestas que contaron con la alegría de estos tres avilesinos (al menos de adopción, ya que sólo Vicente Palacio lo es de nacimiento).

El «Dúo Durango» cuenta aproximadamente con un repertorio de cien canciones y no sólo cantan sino que incluso se animan a bailar boleros con alguna espectadora afortunada. Tienen ya dos discos, en los que Marcelo participa como colaborador. «Lo que más me gusta son las rancheras, y también los boleros. Tienes que meterte en las canciones, como si fueras un actor», asegura Palacio. Para Marcelo Fernández, su tema fetiche es «Campanines de mi aldea». «Yo disfruto cantando», confiesa.

Tonino coge la guitarra, le pone la cejilla y empieza a tocar. Vicente pone la voz. «De mis ojos está brotando llanto, a mis años estoy enamorado, tengo el pelo completamente blanco pero voy a buscar juventud de mi pasado?» El «Dúo Durango» y Marcelo tienen, está claro, cuerda para rato.

Estos no son, sin embargo, los únicos que cantan en Avilés de chigre en chigre. Prueba de ello es que desde el próximo viernes, día 20 y hasta el 25 de mayo se celebrará el VI Encuentro de canciones de sobremesa en Miranda. Todos los viernes a partir de las ocho y media de la tarde una agrupación actuará en distintos locales de este barrio avilesino: el bar Santa Ana (20 de abril), El Mirador de la Posada (27 de abril), El Forcón (4 de mayo), el Cogollano (11 de mayo), cafetería Alfaraz (18 de mayo) y Blanco y Negro (25 de mayo).