Amaya P. GIÓN

Un juez de la sección primera de la Audiencia Provincial de la Rioja ha condenado a ocho años de cárcel a un hombre acusado de agredir en un bar de Logroño a un avilesino que acabó perdiendo un ojo. Los hechos se registraron en la madrugada del 17 de abril de 2009. El magistrado también condena al imputado, cuya identidad se corresponde con las iniciales M. B., a pagar una indemnización de 65.980 a la víctima, cuyos intereses defendió el letrado Víctor Cañal.

La sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, recoge como hechos probados que tanto el imputado como la víctima se encontraban en un pub de la capital riojana en el momento en que se empezó a desalojar a los clientes del interior del establecimiento. El portero del local pidió al público que fuese abandonando el pub, comenzó por aquellos que no eran clientes habituales y procedió a sacar al avilesino, que según la sentencia «estaba ligeramente afectado por el alcohol y se oponía levemente a salir del local».

En ese momento, según la versión del juez, el acusado dijo al portero que él se encargaría de sacar al avilesino del pub. Así, M . B. agarró con fuerza al hombre y «sacándolo a la calle lo lanzó violentamente contra un vehículo estacionado frente al bar contra el cual se golpeó, cayendo al suelo de rodillas». Según la sentencia, el acusado propinó al avilesino una patada en la cara y alguna otra en el cuerpo, quedando la víctima en el suelo. Los clientes asistieron al herido y contactaron con la Policía, que se personó en el lugar de la agresión.

Como consecuencia de estos hechos, prosigue la sentencia, el avilesino fue atendido de urgencias en el Hospital San Millán-San Pedro de Logroño, donde le detectaron graves lesiones en el ojo izquierdo. El herido fue atendido con posterioridad en un conocido centro oftalmológico asturiano donde concluyeron que la agudeza visual en ese ojo era irrecuperable.

La Fiscalía solicitó en el juicio para el imputado una pena de ocho años por un delito de lesiones mientras que la acusación particular elevó su petición a nueve años y al pago de una indemnización de 53.456 euros. La defensa de M. B. solicitó la absolución. Y es que el imputado sostuvo que no golpeó en ningún momento al avilesino. M. B. intentó probar que aunque estuvo aquella madrugada en el establecimiento, no coincidió con su presunta víctima.