Peñas (Viodo),

Illán GARCÍA

Las bocinas del cabo Peñas que alertaban a los barcos en días de niebla presentan un estado de abandono. Al menos eso critican los visitantes que se acercan al punto más septentrional de la región asturiana. El óxido invade cada una de las cinco bocinas que se ubican en plena senda de Peñas, a pocos metros del faro, añaden.

Según explica el cronista oficial de Gozón, Ignacio Pando García-Pumarino, la construcción de la torre en la que se ubican esas bocinas antiniebla se realizó en los años veinte del pasado siglo, setenta años después de la puesta en funcionamiento del faro propiamente dicho, que data de un 15 de agosto de 1854. «Este entorno debería ser considerado como Patrimonio Industrial del concejo para garantizar su protección y conservación», reclamó el cronista oficial gozoniego, que aseguró además que las bocinas ubicadas junto al faro de Peñas «no se oyen desde hace años porque en días de niebla se escuchaban desde Luanco» para alertar a los barcos de la presencia del cabo.

Actualmente, esas bocinas están en desuso desde hace años y eso, ha provocado, su posterior abandono. Esos elementos de guía de los navegantes se han sustituido, en cierta manera, por las cartas marítimas, que como funcionan de manera similar a los populares GPS. Las cartas marítimas indican a los pescadores profesionales y marinos deportivos la ubicación de las grandes rocas y así prevenir de los accidentes marítimos, en una zona en la que, históricamente, se han registrado numerosos sucesos y naufragios, como por ejemplo, ocurrió en las inmediaciones de la ensenada de Bañugues en El Corviru.

Los visitantes reclaman, por su parte, un mayor cuidado para estas instalaciones teniendo en cuenta, además, que el entorno de Peñas es uno de los lugares más visitados del Principado de Asturias, concretamente el segundo, únicamente superado por la villa de Covadonga. Los visitantes piden también además que, si es posible, de vez en cuando, puedan llegar a ponerse en funcionamiento esas bocinas que alertaban a los barcos en días de niebla.