E. CAMPO

La responsable de programación de los centros culturales de Avilés, Julia Rodríguez, sustituirá a Antonio Ripoll en la coordinación de actividades del Teatro Palacio Valdés. Esta es una de las piezas que se mueven en el organigrama municipal con la marcha de Ripoll, que se jubila en unos días. Pero además el área de Promoción Cultural quedará integrada en la Fundación de Cultura y no habrá un funcionario de referencia sino un responsable político: el propio concejal de Cultura, cargo que actualmente desempeña Román Antonio Álvarez. No existirá, por tanto, un nuevo Ripoll -que también era director de la Casa de Cultura-, ni tampoco una figura equiparable a Lolo Solís al frente de la Fundación Deportiva Municipal. Así será al menos de momento, aunque el gobierno no descarta modificar esta organización en un futuro.

Esta reestructuración fue motivo de análisis en el marco de la Comisión de Cultura que se celebró ayer por la tarde y que estuvo presidida por la Alcaldesa, Pilar Varela. Los grupos más críticos con las decisiones del gobierno fueron populares y foristas; estos últimos insistieron en su idea de que la plaza de Ripoll se sustituya mediante concurso-oposición para funcionarios, como ya reclamaron en anteriores ocasiones. La continuidad de la programación cultural tras la jubilación del director de la Casa de Cultura es una de las proeocupaciones que llevan manifestando desde hace meses los grupos de la oposición.

La idea del gobierno es poner en marcha un núcleo de gestión integral en torno a la Factoría Cultural y que se encargaría de las tareas comunes, como personal, presupuesto, mantenimiento y contrato de servicios. La actual directora, Anabel Barrio, se dedicará a la coordinación pedagógica y de creación, para lo que contará también con un animador de programas que se proveerá cubriendo la plaza que había dejado vacante Alberto del Río. Otro funcionario será el responsable de los temas burocráticos y de la musealización. «Es bastante razonable lo que se propone. Se trata de aprovechar los recursos que ya tenemos y ordenarlos, dando confianza a los profesionales que tenemos», incidió Román Antonio Álvarez.

Además se va a convocar un concurso oposición para cubrir la plaza de bibliotecario que también ostentaba Antonio Ripoll, y una persona entrará por contrato relevo para ocupar la plaza de secretaria técnica que deja vacante Zaida González con su jubilación. «Esta nueva organización no supone ningún gasto adicional. Gestionaremos de forma más eficaz y racional los recursos públicos y evitaremos disfunciones».

Uno de los objetivos que planteó Román Antonio Álvarez es que la Fundación de Cultura recupere iniciativas culturales que habían ido quedando en manos del servicio de Promoción Cultural. «Era necesario integrar en un único grupo de trabajo las actividades culturales que se estaban realizando, y dar una estructura a los nuevos equipamientos como la Factoría Cultural y las aulas de interpretación, que no pueden ser una isla», concluyó. Plasmar todos estos cambios supondrán un movimiento de plantilla que se llevará para su aprobación al Pleno municipal.