A. P. GIÓN

La Fiscalía del Principado de Asturias solicita una pena de dos años de prisión y el pago de una multa de 6.480 euros para A. T. S. -que fue condenado a diez años de prisión por agredir a dos hombres con una fesoria en Illas en 2007- por vender a su madre una finca en 2008 y evitar así el pago de indemnizaciones a sus víctimas en caso de ser declarado culpable. El Ministerio Público solicita la misma pena para su madre, al considerar que tenía pleno conocimiento de la situación en la que se encontraba su hijo, que ahora tiene 27 años, y del procedimiento penal que había abierto contra él. El juicio contra ellos se celebrará el próximo lunes en el juzgado de lo Penal número 2 de Avilés.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo condenó a A. T. S. a una pena de once años de prisión por dos delitos de homicidio en grado de tentativa. La defensa recurrió el fallo al Tribunal Supremo, que desestimó el recurso y declaró firme el fallo del órgano provincial. El condenado, que reconoció los hechos ante el juez, dejó a un hombre en silla de ruedas e hirió a otro durante una discusión por una finca.

La Fiscalía sostiene que durante la instrucción de este procedimiento, el joven, «con pleno conocimiento de la existencia de las actuaciones abiertas contra él y consciente de que podía ser condenado al pago de indemnizaciones a sus víctimas, vendió a su madre, que también era consciente de la situación, una parcela rústica en Villaviciosa». La venta, por valor de 12.000 euros, se hizo mediante escritura pública ante notario el 26 de junio de 2008.

El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de un delito de alzamiento de bienes y pide para madre e hijo una pena de dos años de prisión y multa de dieciocho meses a razón de doce euros al día.

La sentencia dictada por la Audiencia Provincial en febrero de 2010 consideró probado que, en la tarde del 8 de marzo de 2007, A. T. S. se encontró con J. L. N. A. y con Á. H. S. R. en la finca Llavanao de Illas y entabló una discusión con ellos por un problema de distribución de agua. En el transcurso de la misma, e inopinadamente, le propinó un fuerte golpe con una fesoria en la cabeza a J. L. N. A., que lo dejó inconsciente. Acto seguido, dio otro golpe a Á. H. S. R. en el cuello, arrojándolo al suelo.

Como consecuencia de la agresión, J. L. N. A. sufrió un traumatismo craneal con hemorragia intracraneal y subaracnoidea, subluxación de vértebras, y permaneció en coma en la UVI del Hospital Universitario Central de Asturias durante 18 días, y a tratamiento durante 468. Le quedaron como secuelas incontinencia urinaria, hemiparesia izquierda, paresia facial izquierda y precisa una silla de ruedas para sus desplazamientos, así como ayuda de terceras personas para sus actividades diarias. Por su parte, Á. H. S. R. sufrió varias fracturas de las que también conserva secuelas.