La actriz Natalia Millán protagoniza esta tarde (20.30 horas) en el auditorio del Niemeyer a Carmen, la mujer de Mario, una de las criaturas principales en la obra del novelista Miguel Delibes, la invocación de las palabras silenciadas. El escritor vallisoletano publicó «Cinco horas con Mario» en 1966 y con esta novela contribuyó a desvertebrar una sociedad ordenada que había surgido del triunfo de la guerra civil. Los años contados en «Cinco horas con Mario» están muy lejos del edificio institucional levantado sobre la culpa cristiana que descoloca los días cotidianos de Carmen Sotillo, la mujer que recuerda los días compartidos junto a Mario, con el cadáver de Mario de cuerpo presente.

El planteamiento de Miguel Delibes es un soliloquio en una noche de cinco horas. Aquel monólogo primero fue novela y, más adelante -desde 1979-, un montaje teatral que nació para una temporada, pero que se mantuvo sobre la escena durante años por la gracia y el arte de Lola Herrera.

Millán llegó al remontaje de «Cinco horas con Mario» cuando recibió una llamada de José Sámano, el empresario, el productor y el responsable de la versión teatral. «Cinco horas con Mario» dura sólo 90 minutos.