La salida de la Autovía del Cantábrico a la altura de la glorieta de Vegarrozadas acumula accidentes cada día y va camino de convertirse en un punto negro. El último episodio se produjo en la mañana de ayer cuando una mujer perdió el control de su vehículo, que después de derrapar colisionó contra el quitamiedos. La mujer resultó ilesa si bien su coche presentaba desperfectos. El problema de esta curva radica, según fuentes consultadas, en «una curva mal diseñada, con el peralte defectuoso» que hace más peligrosa aún la conducción en días de lluvia. Los coches que vienen de Soto del Barco, cuando se incorporan a Vegarrozadas, se encuentran con una curva que levanta el vehículo de forma pronunciada aunque se realizaron obras hace meses para mejorar el firme.

Por otra parte, dos furgonetas colisionaron ayer a primera hora de la mañana en la salida de Avilés por autopista, a la altura de Trasona. El accidente se saldó sin heridos, aunque el conductor de uno de los vehículos, J. S. J., recibió asistencia sanitaria al encontrarse mareado tras el alcance entre las furgonetas.