F. L. J.

La falta de espacios acondicionados para que los más pequeños de la casa jueguen a sus anchas o la invasión de los existentes por otros usuarios incompatibles con los niños, caso de los animales domésticos, causa malestar entre algunas madres y padres del barrio del Carbayedo y zonas aledañas. Una de las afectadas se puso en contacto con este diario para relatar lo que a su juicio es un caso de «discriminación infantil», pues así califica el hecho de que en el parque de Ferrera «los perros campen a sus anchas, los dueños de los mismos queden impunes cuando no recogen las deposiciones de los animales y los niños carezcan de un espacio donde poder jugar sin temor a mancharse o a que un perro les pegue un susto».

El área infantil instalada en el parque del Carbayedo, a juicio de esta madre, «es demasiado pequeña y tiene otro tipo de problemas, además de los perros, como la presencia de cristales u otros objetos dañinos para los niños». Con esta reivindicación, las familias de la zona demandan espacios al aire libre para el esparcimiento de los menores «porque no van a ser todo maquinitas electrónicas».