A. P. GIÓN

La avilesina Sonsoles Fanjul, estudiante de Derecho de 21 años, dejó ayer por unos minutos los libros cerrados en la biblioteca de la Casa Municipal de Cultura para asistir al sorteo de la xana y xanina de la próxima edición de las fiestas de El Bollo. Volvió a por sus apuntes poco después, con una sonrisa de oreja y oreja convertida en la nueva xana de las fiestas que dan la bienvenida a la primavera. Su ilusión era compartida por Claudia Sánchez, de nueve años, xanina de las fiestas de El Bollo.

La sala de conferencias de la Casa Municipal de Cultura acogió a las siete de la tarde de ayer el sorteo. Una hora después, las fiestas ya tenían a sus ninfas. La alegría de las afortunadas contrastaba con la decepción y alguna que otra lágrima de aquellas que no escucharon su nombre de boca de la concejala de Festejos, Ana Hevia, maestra de ceremonias del sorteo. Dentro de un año, tendrán una nueva oportunidad.

La que ya no tenía más posibilidades de coronarse como reina de la fiesta avilesina era Sonsoles Fanjul. Lo primero que hizo nada más oír su nombre y subir al estrado fue empuñar el teléfono móvil y enviar un mensaje a su madre. «Vine sola porque lo que menos me esperaba es que saliera mi nombre. Estoy encantada. De pequeña siempre salía en las carrozas. Este es el último año que podía participar y me animé. La verdad es que me presenté por casualidad», aseguró.

La xana posó para las cámaras por primera vez junto a sus damas: Desiree González Doming, Vanesa Rodríguez Sánchez, Patricia Suárez Vega y Paula Suárez García (la quinta y sexta dama no fueron seleccionadas ya que no se encontraban en la Casa de Cultura durante el sorteo). Lo mismo hizo la xanina, Claudia Sánchez Barbosa, junto a las suyas: Laura Díaz González, María Freire Fernández, Lara Muñiz Solís, Marina Luisa Álvarez, Paola Menéndez Suárez y Cristina González Fernández. «Es la primera vez que me presento. Me hacía ilusión salir para vestirme de asturiana e ir en las carrozas», explicó la xanina, alumna en el Colegio de Cancienes (Corvera).

La que más manifestó su satisfacción fue la dama Cristina González. «¡Estoy contentísima!», exclamaba entre salto y salto. Y la que se llevó un buen susto fue Lara Muñiz, que llegó a carreras junto a su madre al sorteo cuando ya estaba empezado. La cara de circunstancia por el temor a perderse la rifa se tornó en una sonrisa de oreja a oreja cuando escuchó su nombre. «Ha sido una sorpresa para todos», decía su madre.

Las afortunadas se subirán el próximo día 31 al escenario del auditorio de la Casa Municipal de Cultura con motivo de la gala que se celebrará en su honor.