Quesero de Peñamellera Baja

M. PÉREZ

Manuel Gutiérrez, de 31 años, es un joven quesero de Peñamellera Baja al frente de la quesería La Chivita que el pasado mes de abril ganó el concurso del Mercado de Primavera de Pola de Siero con una variedad de leche de cabra. Defiende que el secreto para un buen queso está en la materia prima y también en el mantenimiento de los usos tradicionales durante la elaboración del queso. Así se elabora el queso de La Chivita, una quesería iniciada por los padres de Gutiérrez en 1982, y que hace aproximadamente un año vivió un relevo generacional al hacerse cargo el hijo de la herencia empresarial legada por los padres. Fue uno de los queseros presentes en la Feria del queso y el vino de Avilés.

-El distintivo más marcado de su producto es una forma de elaboración muy tradicional. ¿Esto supone un valor añadido?

-Soy el hijo de los que empezaron con la quesería en 1982. La familia lleva desde entonces peleando. Lo que más diferencia a nuestra quesería es que es una quesería familiar, cuyo producto, por decirlo de alguna manera, se inventaron mis padres. Está considerado como tradicional, por los años de trabajo mantenidos en la profesión.

-¿Cómo les ha afectado la crisis económica?

-Se nota bastante. Ha subido todo: los piensos, los cereales, la luz... todo en general. Sin embargo, no podemos subir el precio con tanta alegría, aunque la elaboración resulte más costosa. Intentamos mantener el precio del queso, porque ya lo tienes en el mercado a un precio al que el público está acostumbrado. No es tan sencillo. Hay que aguantar.

-¿Eventos como esta feria contribuyen a aliviar la situación?

-Sí. La feria ayuda a todo el sector a promocionar los productos tradicionales asturianos y a reconocer a los artesanos su labor y su esfuerzo. También hace que se mejore el producto para intentar ser más competitivo, dar una imagen un poquito más moderna, mejorar la calidad y que la gente lo valore más. Se trata de hacer un poco de promoción para que la gente vaya confiando en los productos asturianos, apreciando la calidad y el esfuerzo.

-Se dice que los quesos asturianos son los grandes desconocidos, incluso dentro de Asturias.

-En cierto modo es así.

-¿Qué se podría hacer para cambiarlo?

-Quizás la administración del Principado debería implicarse más en proyectos de promoción, en hacer páginas web explicativas o rutas gastronómicas. Para mí esta sería una buena idea, por ejemplo, que se pudiera descargar de internet una ruta gastronómica ya prefijada para instalar en el GPS, que tenga el viaje predefinido entre las industrias lácteas, los monumentos naturales, los sitios de venta, los restaurantes... Habría que ligar todo eso y crear una ruta que ayude a fomentar el turismo. Nos beneficiaríamos más sectores, no sólo las queserías.

-¿Cómo han ido las ventas este año en la feria?

-Se ha notado bastante el bajón. La crisis, es final de mes, y toda esta serie de problemas que estamos viviendo a nivel nacional e internacional... es normal que se note, porque las cosas están como están. Hay que tirar para adelante, luchar, e intentar que el camino sea lo más llevadero posible.