Juanjo Guarnido (Granada, 1967) comenzó su carrera profesional como ilustrador en Planeta DeAgostini. En 1993, se trasladó a Francia para trabajar en los estudios de Walt Disney, donde colaboró en la animación de películas como «Hércules», «Tarzán» y «Atlántis», entre otras. Tras ello, regresó al cómic con la serie «Blacksad», con la que consiguió un gran éxito internacional. En agosto, salió en Francia el tercer tomo de «Brujeando» y está a punto de empezar el quinto de «Blacksad».

-Se dedicó durante varios años a la animación, ¿cómo es el trabajo en una gran empresa como Disney?

La animación es una gran industria. Es un sector muy complejo, que requiere un trabajo de coordinación entre los distintos departamentos que lo componen. A diferencia del creador de cómics, que puede realizar una obra al completo, en el mundo de la animación cada persona se encarga sólo de una parte de la obra. En Disney, al principio fui dibujante de «layout» -es un primer boceto de planteamiento de las escenas-. Después, ya pasé a ser animador de personajes. Para ello, se requieren muchos años de estudio y de transmisión de las técnicas de un profesional a otro.

-Ahora Disney ya no hace uso del papel y del lápiz para la creación de películas, sino que todo se hace por medio de ordenadores, ¿qué opina al respecto?

Lo que se hace ahora es animación, pero no dibujo animado. El dibujo se ha perdido. No sé si de forma irreversible, pero la verdad es que lo echo de menos. Hay muchos artistas que antes se dedicaban al mundo de la animación y que ahora ya no pueden, porque hoy en día no es un trabajo estable.

-¿Por qué regresó al mundo del cómic?

Siempre ha sido mi pasión secreta. Después de un tiempo en la animación decidí volver a mi primer amor. El trabajo de animador es muy interesante desde el punto de vista artístico y me encanta, sin embargo, es también muy ingrato, ya que estás trabajando durante un año en una película y no ves reconocida tu labor; antes de poder ver el plano que has realizado, ya han pasado a otro. Con el cómic esto no pasa y tienes total libertad para hacer las obras. No obstante, no descarto que dentro de unos años vuelva a la animación de películas, pero para hacer algo más personal; un proyecto propio.

-Junto a Juan Díaz creó la serie de cómics «Blacksad», ¿por qué cree que está gustando tanto a los lectores de todo el mundo?

La verdad es que no lo sé. Cuando acabamos el proyecto esperábamos buenos resultados, ya que habíamos nos habíamos entregado por completo a ello, pero nunca imaginé llegar hasta donde estamos ahora. En Estados Unidos ha llegado a ser «bestseller» y eso para nosotros es muy importante y más aún si se trata del mercado americano. Nos costó mucho publicar el tebeo allí, porque el formato europeo no lo comprenden y hay que adaptarlo. Además, es difícil que una editorial te lo publique. Pero tras mucha negociación lo conseguimos y estamos muy contentos. De todas formas en Francia es donde más cómics llevamos vendidos y en España los datos también son positivos.

-¿Cómo surgió la idea de crear «Blacksad»?

La idea la tuvo Juan Díaz y a mi siempre me interesó el proyecto, así que cuando pudimos decidimos llevarlo a cabo. Él se encargó del guión y yo del dibujo de los personajes. El trabajo fue duro y tardamos siete años para sacar el primer tomo.