Amaya P. GIÓN

El ladrón «discreto», el valenciano A. C. T., ha recurrido la sentencia del juzgado de lo Penal número 2 de Avilés que lo condena a trece años de prisión por robar en dos bancos avilesinos el pasado marzo pistola en mano. La Audiencia Provincial ha admitido a trámite el recurso, en el que el imputado pide al órgano que tenga en cuenta que confesó los hechos para beneficiarse de una rebaja de la pena. En medios próximos al caso subrayaron que el procesado reconoció haber robado en sendas sucursales bancarias de la Avenida de la Alemania y de la calle Severo Ochoa desde el momento de su detención.

Según ha podido saber este periódico, el imputado pide a la Audiencia que anule la circunstancia agravante de uso de disfraz que tuvo en cuenta la juez del juzgado de lo Penal número 2 de Avilés. En medios jurídicos señalaron que A. C. T., al que representa de oficio el letrado José Antonio García Salgado, cometió los atracos con la cara semioculta tras una braga, pero insisten en que la prenda no dificultó en ningún momento la identificación del ladrón. La juez de Avilés condena a tres años de prisión al valenciano, de 50 años y que cuenta con un amplio historial delictivo, por un delito de tenencia ilícita de armas (llevaba en ambos atracos una pistola semiautomática), pero el imputado intenta que la Audiencia también le rebaje la condena por este delito ya que «desconocía que el arma tenía troquelado el número de bastidor».

La cómplice del ladrón, una vecina de Avilés y cuya identidad se corresponde con las iniciales M. I. E. G., también ha recurrido la sentencia. En su caso la condena es de tres años de prisión, ya que según el fallo sólo intervino en el robo de la sucursal de Severo Ochoa. El letrado Celestino García Carreño es el representante legal de la mujer.

La sentencia considera probado que el imputado entró el 1 de marzo en un banco de la avenida de Alemania cubierto con una braga, sacó una pistola con la que amenazó a dos trabajadores y se llevó un total de 1.845 euros. Cinco días después, el 6 de marzo, él y la acusada M. I. E. G., «de común acuerdo», se llevaron 13.467 euros de una entidad bancaria de Severo Ochoa.