E. CAMPO

Dos peticiones de dimisión se cruzaron ayer sobre la Alcaldesa, Pilar Varela, en cuanto a miembro y vicepresidenta de la Fundación del Niemeyer, y ambas las despejó con un único cabezazo: «No tengo absolutamente ninguna intención de dimitir de mi cargo como patrona de la Fundación. Al contrario, pondré todo el esfuerzo para hacer posible su futuro». De esta forma contestó a la petición hecha por el portavoz del PP, Constantino Álvarez, en las páginas de este periódico, al conocer que la deuda de la Fundación ascendía a 2,4 millones -y no los 1,6 anunciados inicialmente-, así como a la reclamación que hizo en el Pleno de ayer el portavoz de Foro, Pablo Sánchez Lorda.

Es más, Varela aseguró que abundar en las críticas por el agujero de la Fundación supone un «desgaste innecesario». La cifra de 2,4 millones euros es la suma de todas las cantidades que constan en el documento que el administrador concursal envió a los acreedores. «Cuando la Fundación del Niemeyer se reúna y conozca el resultado de la auditoría, y el administrador concursal informe a los patronos, no tendré inconveniente de reunir a los portavoces municipales, pero no voy a hacer comentarios sobre titulares de prensa que impliquen interpretar el trabajo del administrador concursal», subrayó.

El Niemeyer no fue protagonista del debate plenario de ayer hasta que el turno de ruegos y preguntas. Primero atacó el portavoz popular: «Ruego que no vuelva a ocurrir que nos enteremos de la deuda del Niemeyer por la prensa». A renglón seguido continuó el portavoz de Foro. «El 19 de junio pedimos a Varela que si tenía la más mínima decencia política dimitiera y dejara paso a algún miembro de su equipo que tuviera más claros los intereses a defender: los de los avilesinos y no los de un equipo gestor. Han pasado casi tres meses y retiramos esa petición», señaló Lorda. El portavoz celebró que los populares se unieran también al planteamiento y reclamó a Varela que diga claramente «que serán los avilesinos y los asturianos quienes paguen una Fundación desastre».

Varela asumió el ruego de Álvarez, y firmó: «Mi intención no es dimitir, sino afrontar las dificultades».