V. MONTES

La Fundación del Niemeyer facturó por 51.740 euros una exposición que nunca se llevó a cabo. Se trata de una muestra sobre la fotografía de Carlo di Palma, un cineasta y fotógrafo italiano de reconocido prestigio. Di Palma ha sido el responsable de la imagen de directores como Michelangelo Antonioni o Woody Allen. La muestra fue incorporada al programa de actividades de 2011 y debió haberse realizado en diciembre de ese mismo año. Pero la Fundación perdió la cesión del edificio y la muestra nunca pudo verse. Tampoco consta si quedó negociada y podría haberse programado posteriormente. Los gestores del Gobierno regional de Álvarez-Cascos, pese a que el Principado era patrono del Niemeyer, nunca supieron de su existencia.

La deuda consta en la evalución provisional que el administrador concursal ha efectuado sobre la contabilidad de la gestión del complejo cultural avilesino. En cuatro facturas distintas, la Fundación establece la orden de abonar 51.740 euros a Adriana Chiesa Enterprises, firma dedicada a la distribución y producción de películas y de la que es responsable Adriana Chiesa, viuda de Di Palma.

La primera factura se firmó el 22 de septiembre de 2011 y por un valor de 15.747,60 euros. En aquella fecha, las tensiones entre el gobierno de Cascos y los gestores del centro atravesaban uno de los momentos más virulentos. La consejería de Cultura ya había hecho públicas 42 facturas sobre las que aseguraba que no existía justificación. También entonces, el futuro de la Fundación del Niemeyer al frente del complejo estaba en el aire.

Las otras tres facturas llevan fecha del 12 de diciembre de 2011, siempre según la documentación del administrador concursal. Se trata de deudas por valor de 20.000 euros, 11.400 euros y 4.600 euros. En aquellas fechas ya había expirado el plazo de gestión del edificio y era el Principado quien asumía el control de centro cultural de la mano de la sociedad pública de gestión Recrea.

Las facturas nacen de un acuerdo alcanzado en mayo de 2010 en Cannes. Entonces, ante Adriana Chiesa; el director del festival de Cannes, Gilles Jacob, y el concejal de Cultura de Avilés, Román Antonio Álvarez, Natalio Grueso anunció un convenio con la Fundación Rossellini para producir una exposición, un libro y una retrospectiva sobre Carlo Di Palma. Natalio Grueso, entonces director del Niemeyer, aseguró que esos trabajos se podrían ver posteriormente en Roma y Nueva York. Y recalcó que el Niemeyer perseguía «ser autosostenible» y producir también actividades culturales.

En la fecha en la que se recibieron las facturas pocas o ninguna opción había de programar la actividad. Aun así, el administrador concursal las computa.

Los anteriores responsables de la Fundación no informaron a los patronos de la entidad de estas gestiones ni de su coste. Ahora, sale a la luz la deuda por una actividad que nunca se realizó.