Luanco,

Illán GARCÍA

Los mariscadores de Peñas saldrán esta mañana a faenar por las aguas que bañan el cabo para extraer los primeros percebes de la temporada. El patrón mayor de la Cofradía de pescadores de Luanco, José Luis Gutiérrez, confía en que la campaña ayude a paliar la crisis que también afecta al sector pesquero desde hace años. Un total de 41 pescadores adscritos al plan especial de Peñas -mariscadores de las cofradías de Luanco y Bañugues- se batirán con las olas en los próximos meses para extraer el codiciado crustáceo. Esta cifra de pescadores es superior a la de años anteriores.

«Esperamos que haya unas buenas capturas de gran tamaño y también que se puedan vender a un buen precio», expresó el patrón mayor de la Cofradía luanquina. El pasado año, las capturas se vendieron a 25 euros de media, una cantidad considerablemente más baja que en otras campañas de extracción.

El de Peñas es el único de los siete planes especiales del Principado de Asturias que se desarrolla durante todo el año. Los mariscadores faenan hasta el mes de abril en las inmediaciones del Cabo Peñas y extraen con sus bistoncias -artilugios para la captura del percebe- en los pedreros y rocas más próximos al punto más septentrional de la región tales como Alto nordeste, La Gaviera y Los merendables, entre otros. En abril, la campaña se traslada al Cabo Negro, entre las playas de Verdicio y Xagó y en semanas alternas.

La extracción conlleva además una constante lucha contra las olas que golpean intensamente cada una de las rocas en las que los pescadores extraen el codiciado crustáceo. Sin duda, la labor de los mariscadores es una actividad arriesgada, que en muchos casos desafía a la muerte. Los perceberos pueden extraer ocho kilogramos por persona y marea. Una vez capturados los percebes, los pescadores adscritos al plan especial de Peñas suelen vender sus piezas en la lonja de Puerto de Vega, en Navia, una de las más importantes de la región en la venta del codiciado crustáceo.

A escala regional, durante la pasada campaña se extrajeron 44.943 kilogramos de percebe, que supusieron un valor económico de 1,1 millones de euros, según destacó el Principado de Asturias.