Manzaneda, Illán GARCÍA

«Esto no es una inocentada, la junta directiva de la asociación de vecinos de Manzaneda sale contenta tras una reunión con el director general de Carreteras». Con estas palabras, la presidenta de la entidad vecinal de la parroquia, Loli Fernández, expresaba su satisfacción el pasado viernes al ver que el Principado, tras años de reclamaciones, había escuchado a los residentes de Manzaneda. Según expresó Loli Fernández acompañada por miembros de su junta directiva, Juan Pereiro se comprometió a licitar la mejora de la carretera que cruza la parroquia a lo largo del próximo año.

«En un principio, nos van a cambiar todo, el pavimento y las cunetas, todo», expresó la dirigente vecinal de Manzaneda que ve cada vez más cerca la solución a la principal demanda de los residentes de esta parroquia en los últimos años. Esta reclamación ha sido respaldada, desde el primer momento, por el Ayuntamiento y los empresarios de la zona que querían dar una salida a una carretera «tercermundista». «Todo dependerá del presupuesto, repararán un tramo o toda la carretera», señaló Fernández.

Este vial comunica el tramo entre Avilés y Luanco (AS-238) con Manzaneda y atraviesa además la parroquia de Vioño. Desde hace años, los vecinos de esta zona interior del concejo se han quejado de que esta carretera se ha convertido en un bache en sí misma y en ambos sentidos de la circulación. Los afectados que tanto han insistido esperan que el anuncio expresado por Pereiro en la reunión celebrada el pasado viernes sea el definitivo.

Los residentes llegaron incluso a invitar a los responsables de Carreteras en el Principado para que conocieran el estado del vial para tomar cartas en el asunto. El «penoso» estado de la carretera no sólo afecta a los residentes de Manzaneda, sino también a los que acuden al ambulatorio que da servicio a los residentes de varias parroquias rurales de Gozón. Los vecinos de Manzaneda presumen además de que el estado de la carretera impide a los gozoniegos y foráneos visitar una joya del románico asturiano como es la iglesia de San Jorge. Ahora, los vecinos solo esperan que el Principado cumpla su palabra.