Carolina G. MENÉNDEZ

Más de doscientas familias de Avilés y su comarca recibieron ayer de manos de los jóvenes voluntarios de la Cruz Roja juguetes para sus hijos menores de 13 años. La campaña de ámbito nacional en la que colaboran las asambleas locales de la organización no gubernamental repartió este año en la ciudad el doble de regalos que en 2013, de ahí que cada niño obtuviera dos regalos en vez de uno como el año pasado. Esto ha sido posible por la generosidad de quienes participaron en la campaña que comenzó su andadura el pasado mes de octubre. «La respuesta ha sido masiva. Pensábamos que este año la solidaridad aumentaría, pero no de esta forma. Ha sido desbordante», señalaba ayer Pelayo Quiles Rodríguez, director de Cruz Roja Juventud en Avilés y comarca, tras finalizar a mediodía el reparto.

Juegos de mesa, puzles, peluches, carricoches y todo tipo de entretenimientos educativos formaron parte de la montaña de regalos que las furgonetas de Cruz Roja recogieron estos últimos días en los establecimientos, instituciones, empresas e instituciones colaboradores en la campaña, como el colegio San Fernando, la asociación de vecinos de Pillarno, las sucursales del BBVA, el colectivo Art Street o numerosos pequeños comerciantes que a lo largo de los días invitaron a sus clientes a donar un juguete para que todos los pequeños pudieran disfrutar de la magia de los Reyes Magos.

También han sido muchos los particulares que apoyaron esta propuesta en la que la Cruz Roja solicitaba juguetes nuevos o en buen estado y que no fueran bélicos ni sexistas.

Las familias beneficiarias de los regalos infantiles acudieron a lo largo del día de ayer a las dependencias de la antigua rula, hoy ocupada por la Cruz Roja. Habían sido previamente convocadas por la institución y en función del número de hijos y las edades de los mismos recibieron unos u otros regalos. Previamente, según comenta Pelayo Quiles, «habíamos organizado el reparto en función de la edad». Este año, se lamenta el joven voluntario, dado el elevado volumen de juguetes y la premura de tiempo, no pudieron presentarlos en papel de regalo y una sencilla bolsa tuvo que sustituir al envoltorio navideño. No obstante, las 35 personas de Cruz Roja que participaron en la campana mostraron su alegría por poder hacer llegar un poco de alegría y felicidad a quienes viven ajenos a la crisis y a los problemas de los adultos. Por su parte, los padres, resalta Pelayo Quiles, estaban encantados de conseguir juguetes para poder sorprender mañana a sus pequeños.