E. CAMPO

«Desde las 12 de la mañana del sábado no encontramos a " Yoyo". Rogamos compartáis este enlace con la mayor cantidad de personas posibles por si alguien lo ve y lo reconoce. Por favor, pónganse en contacto con nosotros. Gracias.». Este es el llamamiento que dos vecinos de Salinas, Silvia García y Jesús Artímez, han hecho para recuperar a «Yoyo», que falta de su casa desde el sábado. Y la búsqueda, que comenzó de forma angustiosa e individual, se ha convertido gracias a las redes sociales en un contenido compartido en torno a 2.000 veces y con gran repercusión en toda la comarca. Las indagaciones por el perro, en las que se han implicado amigos y conocidos de la pareja, han tenido efectos sorprendentes, como el revuelo entre los alumnos del colegio Quirinal, que llevan desde el lunes oteando a izquierda y a derecha en su afán por localizar a «Yoyo». Pero de momento la búsqueda no ha tenido éxito.

El animal, cuentan sus dueños, tiene 17 años, siempre vivió en Salinas y está acostumbrado a pasear solo junto al mar. «Es como un paisanín». El sábado realizó el último de esos paseos, a mediodía. Silvia García le abrió la puerta, y se extrañó de que no regresara porque había comenzado a llover. «Encontraría alguna perrina», pensaron. Finalmente, por la noche comenzaron a buscar, y no había ni rastro de «Yoyo» por Salinas. Fue entonces cuando Jesús Artímez decidió colgar en su cuenta de Facebook la foto del perro, y el anuncio de que se había perdido. El domingo comenzaron a llegar las reacciones. Y así fue cómo descubrieron que, la tarde anterior, «Yoyo» había estado en Avilés: primero en la avenida Cervantes, con un arnés negro que no le pertenecía, y después en el entorno de la sidrería Tierra Astur. Fotos tomadas por clientes del establecimiento demuestran que se trataba del mismo animal.

La hipótesis de los dueños es que alguien, quizá con buenas intenciones, vio el perro solo por Salinas y se lo llevó a Avilés, donde habría huido en busca de su hogar. La última pista que tienen es del domingo, en que la trabajadora de una protectora de animales de Navia lo vio en el entorno de San Cristóbal, y poco después otro vecino en el entorno del tanatorio. Ahí, en torno a las siete de la tarde, se pierde la pista de «Yoyo», un animal cariñoso especialmente con los niños pero a quien ahora sus dueños suponen «muy asustado». La esperanza que tienen es que alguien le haya acogido en su casa y que no esté deambulando en soledad con hambre y bajo la lluvia.

Con sus 17 años, «Yoyo» es un perro de avanzada edad, con dificultades auditivas y visuales, que además tiene un soplo del corazón, aunque por lo demás su salud es estupenda, según avala el veterinario. «El miedo que tengo es que con el disgusto se haya muerto», lamenta su dueña, que detalla su descripción: «Es blanco, pero blanco roto, con el rabo largo como un plumero y más oscuro; el pelo del hocico lo tiene recortado y pesa 6 kilos». «Yoyo» es mezcla de caniche y pekinés, pero sus rasgos se asemejan a los de un bichón maltés.

Jesús Artímez y Silvia García no se dan por vencidos. Con la esperanza de que «Yoyo» regrese a casa, continúan la búsqueda. «Por favor, que si alguien lo tiene nos llame o lo deje a cualquier veterinario o en la Policía», ruegan. El teléfono, 667581292. Su llamada de auxilio ya es a contrarreloj.