Vicente MONTES

La falta de concreción de los ex gestores del Niemeyer parece ser la principal causa por la que el Principado considera inadmisibles ciertos gastos de la Fundación del Niemeyer. Ésa es la principal conclusión que se extrae del análisis de la documentación interna de la Consejería de Cultura referida a las subvenciones que recibió el centro cultural avilesino entre los años 2007 y 2010 a tenor de la documentación a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA.

Los servicios del Principado dan, así, por buenos ciertos gastos (como el alquiler de un avión privado para Woody Allen o un viaje a Los Ángeles de los ex gestores del que surgió la posibilidad de invitar a Brad Pitt a conocer las obras del Centro Niemeyer) por el mero hecho de que los anteriores responsables detallasen a qué actividad estaban ligados. Sin embargo, la Consejería de Cultura no admite otras facturas, como comidas en restaurantes asturianos, porque están insuficientemente justificadas en cuanto a los asistentes o la razón por las que se produjo la cita.

El Principado reclama ahora la devolución de subvenciones por defectos en la justificación; una cuantía a la que tendrá que hacer frente la Fundación del Niemeyer con independencia de que la entidad reclame a los responsables del gasto la devolución del dinero. Pero el análisis de la documentación constata que se trata básicamente de gastos deficientemente justificados, sin entrar a valorar la idoneidad o la cuantía de éstos.

En una resolución del pasado 15 de noviembre de 2012, la Consejería de Cultura determina que un total de 254.481 euros correspondientes al ejercicio de 2007 no está debidamente aclarado. De esta cantidad, 229.730 euros corresponden al superávit detectado en el cierre de cuentas del centro cultural ese mismo año. Dado que se trataba de subvenciones ligadas a actividades, Cultura entiende que no es admisible un cierre contable con saldo positivo, dado que eso implica que no se gastó todo el dinero subvencionado, con lo que debería ser devuelto. Un total de 24.751,74 euros corresponde a gastos deficientemente justificados, como el uso de talones de hotel o el pago de regalos de cortesía al no haberse especificado el destinatario del agasajo. Un ejemplo: los ex gestores tratan de justificar la compra de un ramo de rosas a «la agente literaria más importante del mundo» con la que presuntamente se reunieron, pero el Principado no admite la factura al no especificar de quién se trataba. Otro tanto ocurre con numerosas comidas en restaurantes que se justifican con el epígrafe recurrente de «comida de trabajo para la preparación de la programación con colaboradores externos del Centro Niemeyer». De hecho, algunos de los reparos inicialmente planteados por el Principado a los gastos de la Fundación terminaron subsanados cuando los anteriores gestores pudieron concretar a qué se debieron los desplazamientos o las facturas.

Con resolución de fecha del 21 de noviembre de 2012, la consejera de Cultura, Ana González, reclama la devolución de 334.486,32 euros correspondientes al año 2008. Muchas de las facturas corresponden a servicios pagados a la agencia de viajes que ejercía de proveedor único del Centro Niemeyer. Otro de los gastos a los que pone reparos el Principado son varios cursos de inglés y francés que recibió uno de los miembros del equipo del centro cultural. El Principado considera inadmisible que el Niemeyer costease esos cursos, aunque los ex gestores aclararon que formaban parte de un supuesto programa de formación. «La carencia formativa de un trabajador de dicha Fundación no puede redundar en perjuicio de ésta», señala la resolución del Principado.

Respecto al año 2009, la Consejería de Cultura considera en una resolución del pasado 27 de noviembre de 2012 que la Fundación del Niemeyer debe devolver subvenciones por una cuantía total de 173.109,72 euros. La última de las resoluciones del Principado, con fecha del pasado 5 de diciembre de 2012, se refiere a las ayudas que el Centro Niemeyer recibió del Principado correspondientes al año 2010. Después de un proceso de audiencia a los ex gestores para que aclarasen las dudas, la Consejería de Cultura considera que el importe que la Fundación debe devolver asciende a 235.536,95 euros.

Muchas de las reclamaciones del Principado se deben, también, a la ausencia de información en las actividades en las que éstas habían sido subvencionadas por el Gobierno regional, tal y como exige la ley.