F. L. J.

La relaciones entre los transportistas asturianos y la dirección de la fábrica avilesina de Saint-Gobain vuelve a ser tirante después de que los primeros decidieran el pasado sábado suspender sus actividades y cruzarse de brazos a la espera de que la firma cristalera mejore su oferta económica para retribuir el transporte del vidrio y muestre disposición a hablar de varios asuntos que expusieron los camioneros. La respuesta inicial de la empresa ante este pulso de los transportistas fue solicitar el envío de camiones desde Francia; así, varios vehículos adaptados a las necesidades del transporte de vidrio llegaron a Avilés en las últimas horas, pero advertidos sus conductores de la existencia de un conflicto laboral subyacente, y siempre según la versión de la patronal Cesintra, los camioneros galos rechazaron cargar.

Enrique Riaño, presidente de Cesintra, cifró ayer en declaraciones a este diario la diferencia entre la postura de la empresa y los deseos de los camioneros: un 1 por ciento más de mejora de las retribuciones que cobran los transportistas por kilómetro recorrido. Saint-Gobain ofrece un 6 por ciento de subida y los camioneros piden un 7 por ciento.

Aparte, los transportistas quieren hablar de asuntos como el respeto a la cláusula de actualización automática del precio del gasoil (Saint-Gobain la tiene firmada, pero no la cumple, según Riaño), la interpretación de lo que es kilometraje internacional (Riaño asegura que la empresa considera que circular por Portugal es como hacerlo por territorio español) o los pagos por kilómetros según el camión vaya cargado o descargado. El colectivo afectado por este conflicto está integrado por unas 90 personas, entre empresarios, autónomos y conductores.