José Manuel Paredes Castañón, catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Oviedo, ofreció ayer una conferencia en el Centro de Servicios Universitarios en el marco del curso «El derecho que (nos) ocupa».

-¿La reforma del Código Penal es necesaria?

-No. Yo diría que de las últimas cinco o seis reformas del Código Penal ninguna fue necesaria en términos globales. Puede que algún capítulo en particular necesitase un cambio, pero globalmente no responden a ningún problema objetivo que necesitase de una respuesta inmediata a través del Derecho Penal. Son reformas populistas, pretenden transmitir a la ciudadanía que se hacen cosas a través del Boletín Oficial del Estado, haciendo ver que se cambian las leyes cuando en realidad no está cambiando nada.

-Entonces, ¿no se necesitan penas más duras?

-Hay delitos que sí las precisan, pero desgraciadamente las reformas de los últimos años no van dirigidos a ellos, como los económicos, de corrupción, con penas demasiado bajas y con regulaciones que no son correctas. Eso deja huecos a los que cometen este tipo de conductas. Sin embargo, se está constantemente discutiendo sobre los mismos delitos, algunos muy graves pero que ya tienen penas muy importantes o que se cometen en pocas ocasiones.

-¿Por ejemplo?

-El terrorismo (en España desde hace cuatro años no hay este tipo de delitos), los delitos sexuales más graves, o los relacionados con la pobreza y la crisis económica, como el pequeño hurto, el tráfico de drogas menor... La respuesta del Derecho Penal español es de las más duras del entorno europeo y se proponen nuevos aumentos en la pena, cuando está demostrado que este tipo de medidas no altera la situación. Esto no va a mejorar nada, sino a generar más sufrimiento humano y más gasto para el Estado. España tiene el dudoso honor de ser, tras el Reino Unido, el país de Europa con más personas encarceladas en proporción a su población, cuando tenemos una de las tasas de delincuencia más bajas de todo el continente.

-La reforma actual incluye la prisión permanente revisable, ¿una medida anticonstitucional?

-Creo que en el contexto español, con las penas actuales, es casi imposible aplicar una prisión permanente revisable que respete el principio de proporcionalidad, por lo que lo considero inconstitucional. Por otro lado, ¿es necesaria? Supondrá unos costes económicos y humanos brutales. Creo que además es disparatado.

-¿Qué sobra en la reforma?

-Sobra todo en la medida en que está enfocada simplemente en subir las penas, cuando todos los que conocen el derecho español piden lo contrario. ¿Por qué otra reforma, si hace dos años el Gobierno anterior ya subió las penas? ¿Ha cambiado algo? Esto es más una medalla que se cuelga el Ministerio de Justicia para decir que ha hecho algo.

-¿Y a qué se debería dedicar?

-A solucionar los problemas del derecho penal, sin referirme a otros ámbitos de la justicia: hay que tomar medidas sobre las tasas de encarcelamiento, que son insostenibles, y aplicar políticas de prevención de la delincuencia y de resocialización de los penados. En esta comunidad autónoma tenemos el ejemplo de la Unidad Terapéutica de Villabona, que todo indica que la administración penitenciaria pretende desmantelar; un ejemplo de lo que no se debe hacer.