Catedrático de Derecho Constitucional

Ramón Punset Blanco (Noreña, 1948), catedrático de Derecho Constitucional, pronunció ayer la conferencia «¿Cómo deber ser la organización territorial de España?», en el Centro de Servicios Universitarios.

-¿El Estado de las autonomías está caduco, tal y como está concebido en la actualidad?

-Requiere una puesta al día que debería haberse hecho a lo largo de los últimos treinta años, por fases. Ha sido imposible encontrar una base de consenso entre los dos grandes partidos nacionales, que son los decisivos para a la reforma de la Constitución. Ese consenso sigue siendo muy problemático, pero necesitaría unos reajustes importantes.

-¿Por ejemplo?

-El sistema tiene fallos en el terreno de la coordinación y la cooperación. Sería necesario potenciar los instrumentos de cooperación, como podrían ser la Conferencia de Presidentes y el Senado, para convertirlo en una Cámara en la que tuvieran presencia directa las comunidades autónomas, que pudieran designar directamente a los representantes de la orientación política dominante en cada una. Así tendrían acceso al procedimiento legislativo en el Estado, la posibilidad de acceder al control del Gobierno, podrían participar en la formación de la voluntad de España, en la Unión Europea y acceso directo a la reforma de la Constitución. Estaríamos ante un sistema propio del federalismo, ante el Gobierno compartido.

-¿Entonces ese cambio debería seguir el esquema del federalismo?

-Sí, pero hay tantos federalismos como federaciones, suele decirse. Nosotros tendríamos que suprimir los elementos más bilaterales en las relaciones entre la comunidad autónoma y el Estado para sustituirlo por elementos multilaterales. Ése es el problema. La federalización implica un elemento de racionalización del que todavía estamos alejados.

-¿Resolvería el Estado federal la situación independentista?

-No, de ninguna manera. Lo que sí haría el Estado federal es suavizarla en la medida en que las autonomías podrían tener una mayor participación en el Gobierno compartido.

-¿Y se podría resolver por alguna vía?

-Podríamos ilegalizar los partidos soberanistas, cosa que no propongo. Para eso sería necesario una reforma de la Constitución, que declara que la unidad del país es irreformable. Así, los partidos soberanistas no serían constitucionales, pero algo así es impensable. Una solución sería que se acentuase el proceso de unificación europea y se fuesen laminando las aristas de los nacionalismos. Y otra, la superación de la crisis económica. Quitaría una clientela electoral muy importante a los nacionalistas, que viven en estos momentos de la polarización social y que responde a otras causas, y no sólo a la diferencia en términos de identidad.

-¿Qué opina de las afirmaciones del fiscal de Cataluña, Martín Rodríguez-Sol, sobre la consulta soberanista?

-Que son totalmente inadecuadas. La fiscalía es una institución jerarquizada. Es totalmente inconcebible que este señor hiciera tales manifestaciones, encima no muy acertadas jurídicamente.