Cáritas apela a la solidaridad de las grandes empresas de la comarca. Con el azote de la crisis empujando a muchas familias a acudir en busca de una tabla de salvación en la institución católica, el responsable de Cáritas arciprestal, Joaquín García, advierte de que la situación es extrema y que hace falta la ayuda de todos. En este inicio de 2013 las dificultades arrecian con más fuerza. De ahí que la entidad recibiera como agua de mayo dos donativos que le permitirán hacer frente a las necesidades de los demandantes: 12.000 euros aportados por Asturiana de Zinc y otros 5.586 de la extinta asociación de Prejubilados de Ensidesa, que al disolverse destinó los fondos para este fin.

«Nos vino muy bien. Estas ayudas estarán destinadas al fondo de red de acogida y acompañamiento, que es la asistencia diaria que permite responder al día a día de las personas que están pasándolo mal: eso es lo prioritario, por delante de otros proyectos», afirmó García. Ayer, un día cualquiera, la oficina de Cáritas en la calle Quirinal estaba llena de personas en busca de una respuesta. El responsable de Cáritas arciprestal explicó que AZSA contribuye todos los años con un donativo, pero este año la cuantía se incrementó considerablemente.

«El director, Jaime Arias, nos explicó que la empresa solía hacer unos regalos institucionales por Navidad, pero que este año, ante la crisis, y de acuerdo con el consejo de empresa, consideraron más apropiado donar el importe de los regalos a Cáritas. Y se lo comunicó a los destinatarios habituales, que dieron su aprobación». García se mostró agradecido por la colaboración, que confía mantener con nuevos proyectos. Y espera que otras grandes empresas comarcales se sumen, como ya ha hecho Alcoa, que colaborará con una iniciativa laboral. También agradeció que la antigua asociación de Prejubilados de Ensidesa se acordara de Cáritas a la hora de liquidar su cuenta.

Y es que la entidad asegura que a penas da a basto. «El año 2013 comenzó peor que 2012. Todos los coordinadores de Cáritas de Asturias notan el aumento de usuarios, y se está llegando a un momento en el que no sabemos si podremos atender a todo lo que se nos viene encima», explicó García. Por eso, aunque aseguró ser consciente de las dificultades de las empresas, insiste en su colaboración.

Otro tipo de ayuda empresarial es la que prestan centros de salud especializados en atención odontológica y óptica, a quienes Cáritas se dirigió para solicitar colaboración con familias que tienen dificultades económicas y se encuentran con problemas de salud. «Hay que tener en cuenta que muchos inmigrantes no tienen derecho ni a sacar una muela. Y la contestación que obtuvimos en las clínicas fue muy positiva», aseguró García.