Como todo en la vida, la profesionalidad o no profesionalidad, la formación o no formación, la experiencia o inexperiencia de las personas influye de manera directa en que un negocio o empresa salga adelanta o simplemente cierre. Y las consecuencias de uno u otro desenlace son fundamentales en la vida de los ciudadanos de un país, de una autonomía o de un municipio, máxime en momentos tan difíciles como los actuales.

Llevándolo al tema portuario, es exactamente lo mismo. Es verdad, y así hay que reconocerlo, cuando uno trata de ser objetivo, que, muchas veces, el hecho de que un puerto aumente o disminuya su tráfico no depende de la Autoridad Portuaria. Es consecuencia de decisiones políticas, del aumento o disminución de las producciones de las empresas de su hinterland o de los propios importadores o exportadores. Pero, no es menos cierto que, si el Presidente de esa Autoridad Portuaria es una persona con conocimientos marítimos/portuarios las posibilidades de que el puerto vaya mejor, optimice resultados y aumente el tráfico son, por lo menos, mayores.

Hago este comentario porque, cuando a mediados del mes de Febrero, me enteré de que venía un buque procedente de Uruguay para descargar troncos de eucalipto en el puerto de Avilés con destino a la papelera de Ence en Navia, pensé que era una magnífica noticia. Para que se hagan una idea les voy a exponer lo que un buque de estas características, mas o menos, supone para Avilés:

Ingresos Autoridad Portuaria: 105.000 euros

Ingresos Portuarios: 85.000 euros.

Ingresos de estibadores: 35.000 euros.

Ingresos de remolcadores: 14.700 euros.

Ingresos del consignatario: 7.300 euros.

Ingresos de Prácticoas: 3.800 euros.

Ingresos de amarradores: 1.600 euros.

Total, unos 252.400 euros. Sin contar lo que la tripulación puede gastar durante una semana en Avilés. Si a esta cantidad le sumamos los, aproximadamente, 200.000 euros que ingresarían los transportistas asturianos por llevar las 25.000 toneladas del buque «Bianco Victoria Bulker» a Navia, estaríamos hablando de que se han perdido mas de 452.400 euros. Pero, ¿saben qué ocurrió? Que el buque no llegó a Avilés, descargó en Ferrol: un puerto que está al doble de distancia de Navia que Avilés.

La pérdida, económicamente hablando, es muy importante. Pero lo es mucho mas si pensamos que no hubo, por parte del Presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, D. Santiago Rodríguez Vega, ninguna acción encaminada a que ese barco no descargara en Ferrol, como acaba de hacer, y lo hiciera en Avilés. Es mas, ni tan siquiera se preocupó de si el barco venía o no venía. Es lamentable que en un día como hoy, donde nos enteramos que a uno de Marzo el puerto de Avilés ha tenido un descenso de un 10% en tonelaje respecto al mismo periodo el año anterior, comprobamos que tenemos un Presidente de la Autoridad Portuaria que no lucha mucho por los intereses de su puerto ni tampoco por los intereses de los asturianos.

Si encima damos marcha atrás y nos retrotraemos al 2008, cuando la Alcaldesa de Avilés decía que la madera de Ence se descargaría por Avilés (2010 ningún buque, 2011 ningún buque, 2012 ninguno y, de momento, el del 2013 por Ferrol), se pueden ustedes imaginar lo contentos que estos personajes nos tienen. Porque, y será motivo de un estudio especial, algún día habrá que hablar del Acuerdo de Intenciones firmado por Areces y Villalba ( Principado de Asturias y FEVE), y el Convenio firmado por el Principado, Feve y Ence en relación al ramal de Navia, tan perjudicial para Avilés y los intereses de los transportistas asturianos.