Ante el sinfín de declaraciones y comentarios aparecidos en los medios de comunicación y redes sociales sobre ciertos posicionamientos de la UGT de Avilés quisiera dejarlos claros en la medida de lo posible, sobremanera en lo que respecta a algunas cuestiones laborales, industriales y de infraestructuras.

UGT no apoya la destrucción de empleo, ni pretendemos crear una mayor desigualdad en el mercado de trabajo ni aumentar la proporción de trabajadores en condiciones precarias, con menos garantías y derechos laborales, fomentando la inestabilidad en el empleo y reduciendo drásticamente su calidad.

Debates que en algunos casos considerábamos zanjados, vuelven a cobrar lamentablemente actualidad. Por ello, planteamos de mano distintas preguntas que, a pesar de ser reiteradas, el gobierno municipal intenta desviar hacía otras cuestiones que en nada tienen que ver con nuestros planteamientos, Así, hemos preguntado reiteradamente ¿quién o quienes han sido los responsables del fracaso de los planes de empleo, tanto los cargos de confianza como los políticos? Estamos esperando la respuesta. Es preciso que se den las oportunas explicaciones y se asuman las responsabilidades de por qué durante dos años no los ha habido. ¿A qué fue debido, aparte de la consabida explicación de echar la culpa a la UGT?

Sí ha habido plan de empleo (salario joven, algo que ha firmado en solitario la UGT). Sé que lo recordáis, pues así lo habéis manifestado públicamente, cosa que agradecemos también por el mismo medio que ustedes. Pero algo tan simple como esto, ¿no nos hace preguntarnos por qué no se buscó antes la misma fórmula u otra semejante y por qué no se busca ahora otra para que pueda haber planes de empleo?

La UGT no va a participar en la destrucción de empleo, ya sea público o privado. A algunas personas habrá que recordarles, como dice Tony Ferrer (secretario de acción sindical de UGT Confederal), que el desempleo requiere más de aritmética que de literatura.

Y por cierto, ¿qué han hecho hasta el momento para solucionarlo? Esta última pregunta la contestaremos nosotros en buena medida; hay determinados personas que amparándose en distintas siglas desprestigian a las UGT y a los sindicalistas que representan a esta organización. Hemos soportado ataques y falsedades que nos recuerdan a ese vocerío del que hace gala la derecha más egoísta y recalcitrante.

Respecto a la industria, quisiera hacer algún comentario: vivimos y trabajamos en una comarca industrial, por tanto es necesario que sigamos manteniéndola por sus efectos beneficiosos sobre el crecimiento, empleo, desarrollo tecnológico e innovador, así como por motivos de estabilidad y empleo. Debemos sentirnos orgullosos de nuestra industria ¿de qué viviría nuestra comarca si ésta desapareciese?

Tenemos varias industrias asentadas en nuestro entorno: Arcelor-Mittal, Asturiana de Zinc, Saint-Gobain, Du Pont, Alcoa? que han sido focos atrayentes para que nuevas empresas tecnológicas se hayan asentado en nuestra comarca; esta cuestión no la debemos olvidar, pues nuestro presente industrial ha tenido mucho que ver en las decisiones empresariales de estos grupos de nuevas tecnologías.

Por otra parte, si hablamos de demografía, valgan unas breves estadísticas para darnos cuenta de la importancia de la industria: así, en 1950 en Avilés habitaban 21.270 personas que pasan a ser 81.710 en 1970; en Castrilllón, 8.090 y 13.393 respectivamente; en Corvera, 4.158 y 12.601 en los mismos años. Un aumento de población de 74.186 personas en veinte años en estos tres municipios. Algo sobre lo que deberíamos reflexionar para seguir luchando por el mantenimiento de nuestra industria.

Asímismo, otras infraestructuras como las sanitarias han ido creciendo al amparo de nuestra industria: el Hospital San Agustín fue inaugurado en 1976 y hoy el área sanitaria cuenta con una plantilla de 2.000 trabajadores, así como otras infraestructuras de servicios que fueron desarrollándose al amparo de una comarca industrial, que ha ido conformando el Avilés actual.

Por ello, como es obvio, todos estamos con la industria, como ya se ha demostrado en determinadas ocasiones, por tanto no alcanzamos a comprender que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Avilés, ponga en serio peligro de supervivencia al Centro Tecnológico de Arcelor-Mittal en su desarrollo del proyecto de la Isla de la Innovación.

Desde el Gobierno de nuestra autonomía se fomenta una mayor participación del sector empresarial en I+D+i y paradójicamente desde un gobierno local se proponen desarrollos urbanísticos que llevan la contraria a dicha política.

Conviene recordar al respecto que en el Acuerdo por el Empleo y Progreso de Asturias 2013-2015 está prevista una inversión de 65.130.000 millones de euros. ¿Tiene sentido entonces desarrollar un plan de la Isla de la Innovación a costa de sacrificar uno de los centros de I+D+i de Arcelor-Mittal en Europa?

En UGT creemos que no. No entendemos, pues, que el gobierno municipal del PSOE acepte esa propuesta reflejada en el desarrollo de la Isla de la Innovación, cuando el propio Ayuntamiento en un estudio encargado para Ciudades del Arco Atlántico destaca la importancia del Centro de Investigación del Acero en la ciudad en lo que supone una de las principales actividades del I+D+i.

A las empresas tecnológicas o del conocimiento, que tanto fomenta el Ayuntamiento, habrá que recordarles que aquellas que utilicen espacios municipales o reciban subvenciones públicas sean controladas en sus prácticas empresariales para que desarrollen su actividad con arreglo a los compromisos contraídos sin menoscabo de la dignidad de los trabajadores.

Otro asunto al que no queremos referir desde UGT es la controvertida Ronda Norte. Hemos explicado en innumerables ocasiones nuestra postura en relación a este asunto; ya el 24 de marzo de 2009 expresábamos en un artículo aparecido en este mismo medio de comunicación nuestra posición: decíamos como también sostiene el consejo de administración de la Autoridad Portuaria que la supresión prevista de la llamada Arteria del Puerto supone una amenaza para este a causa de las soluciones propuestas, pues dificultarían mucho la comunicación entre ambas márgenes debido a que el tráfico pesado tendría que recorrer mas de veinte kilómetros para ir de una margen a otra, mientras que el tráfico ligero debería atravesar la ciudad (más de 20.000 vehículos no portuarios por la avenida del Conde de Guadalhorce). Una solución de ese tipo no nos convence, porque además separaría una margen de otra en veinte kilómetros, con lo cual tendríamos tres puertos estatales separados por la misma distancia (Musel y Avilés con sus márgenes derecha e izquierda). Esto no sería rentable para nuestro puerto y en poco tiempo veríamos el grave perjuicio que ello ocasionaría a nuestra economía comarcal.

También nos cuestionábamos si seria razonable que las distintas empresas que trabajan en nuestro puerto tengan que doblar la inversión en maquinaria y si tienen que trasladar ésta de una margen a otra, ¿habrá que solicitar permiso para un transporte especial a la autoridad correspondiente para recorrer veinte kilómetros (cuarenta kilómetros en caso de ida y vuelta)?

En estos momentos en que la competitividad está en boca de todos y bajar costes es imprescindible, ¿es asumible lo que se propone? Por tanto, consideramos que estudiar la posibilidad de un túnel bajo la ría sería una opción muy interesante, práctica y realista.

Finalmente, creemos que el gobierno municipal de Avilés debería reflexionar sobre algunas cuestiones pendientes de resolver, así como tratar de buscar un entendimiento y consenso para los planes de empleo, la supresión de la arteria del Puerto, el Centro Tecnológico de Arcelor-Mittal, la modificación del PGOU de Avilés respecto a las baterías de coque y la Ronda Norte.

Es evidente que hoy estas cuestiones nos separan de ustedes, por ello es más necesario que nunca un consenso con todas las fuerzas políticas y sindicales mayoritarias. Para finalizar, me permito recuperar una frase de Pedro Díaz Chavero (ex secretario ejecutivo de UGT Confederal): «Socialismo significa también pacto con la realidad circundante: tener siempre el oído bien pegado a la tierra, trabajar a pie de obra, actuar de acuerdo con las realidades sociales y políticas del momento, atentos sobre todo a las aspiraciones de las clases trabajadoras y medias a las que el Partido Socialista y la UGT representan».