Francisco L. JIMÉNEZ

Japón puso ayer en marcha un programa valorado en 350 millones de euros que tiene como objetivo la investigación de una energía de futuro, limpia y segura a través de la fusión nuclear y una empresa implantada en Avilés, Idesa, tuvo un papel destacado en el acto inaugural del montaje del prototipo Tomakak, que es el nombre del dispositivo llamado a generar artificialmente las condiciones necesarias de presión y vacío necesarias para que se produzca una fusión atómica. El proyecto tiene como plazo previsto de puesta en funcionamiento el año 2019 y en su desarrollo participan varios centros de investigación, conglomerados industriales de todo el mundo y empresas japonesas líderes en tecnología como Hitachi, Toshiba o Kawasaki.

La firma asturiana Idesa fue la que construyó en sus talleres del parque empresarial de la ría la base sobre la que reposará el criostato del Tomakak; este criostato es una gran vasija de vacío de 12 metros de diámetro y unas 220 toneladas de peso que también se construirá en España en virtud de un convenio de colaboración que tiene suscrito el Ministerio de Economía y Competitividad con su homólogo nipón. La función de este recipiente es envolver el Tomakak y mantenerlo al vacío con una presión cien millones de veces por debajo de la atmosférica y sin deformarse lo más mínimo pese a los grandes cambios de temperatura que habrá de sufrir.

La aportación avilesina, de momento, se ciñe a la base, un anillo de 12 metros de diámetro y 3 metros de altura hecho de acero inoxidable y que pesa 250 toneladas. La pieza se compone de un anillo doble en tres sectores, una estructura inferior en tres sectores y un cilindro interior, todo ensamblado con pernos de conexión.

Además de Idesa, la empresa Asturfeito, también radicada en la margen derecha de la ría avilesina, realizó la mecanización de la base de acero que se envió a la localidad japonesa de Naka el pasado mes de noviembre para su colocación en el silo donde ahora se montará el resto del proyecto JT 60, el nombre genérico que agrupa todos los trabajos necesarios para hacer realidad el dispositivo Tomakak. Así mismo, la fundación tecnológica asturiana FYCIT colaboró en la fase de ingeniería previa a la construcción de la estructura que servirá de cimiento al reactor de fusión.

Según comentaron ayer sendos responsables de Idesa y Asturfeito, Daniel Couso y Belarmino Feito respectivamente, durante los trabajos de construcción de la pieza que servirá de base al reactor de fusión nuclear fueron habituales las visitas de delegaciones japonesas a los talleres de la ría avilesina al objeto de supervisar el avance de la obra y controlar que la calidad de la pieza era la deseada. También frecuentaron los talleres de Idesa y Asturfeito los técnicos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), un organismo público español de investigación en materias de energía y medio ambiente.

A finales de 2012, la base del reactor fue embarcada en un buque que transportó los siete pedazos que componen la pieza hasta Japón. Ayer, durante el acto oficial que daba por iniciado el desarrollo del proyecto JT 60, aparte de representantes del Gobierno español, también hubo presencia asturiana en la persona de un técnico de Idesa desplazado al lugar en calidad de observador.