Contra todo pronóstico y tras muchas dudas, la procesión de San Pedro se celebró ayer bajo una lluvia que fue en aumento según avanzaba el recorrido y con un trayecto más corto de lo habitual. Los cofrades del Santísimo Cristo de Rivero y San Pedro Apóstol no se dejaron intimidar por el agua y con la aprobación de Juan Antonio Menéndez, párroco de San Nicolás de Bari, sacaron a la calle los pasos del apóstol y del Cristo azotado por los judíos, ambos restaurados hace dos años. Igualmente, portaban el Cristo crucificado de San Pedro y que representa el escudo de la cofradía (una columna rodeada por una soga y con las llaves del discípulo de Jesús de Nazaret cruzadas).

Ante la capilla de Rivero, la comitiva que este año contó por primera vez con la presencia de un grupo de niños que hacían sonar unas carracas -los muñidores- partió pasadas las nueve menos cuarto de la noche. El himno nacional marcó el inicio de una procesión que fue seguida por los fieles desde los soportales de Rivero, la plaza España y San Francisco, por donde discurrió hasta alcanzar la plaza de Álvarez Acebal. En este punto, frente a la casa rectoral de San Nicolás de Bari, los tambores dejaron de sonar, las imágenes del apóstol y el Cristo se juntaron y fueron cubiertas por plásticos para protegerlas de la lluvia, los faroles que las rodeaban se iluminaron, el silencio se adueñó del lugar y Juan Antonio Menéndez, desde el balcón, ofreció un sermón en el que recordó unas palabras pronunciadas hace unos días por el Papa Francisco: «Deja que Jesús escriba tu historia, déjate sorprender por el Señor».

El sacerdote, que dijo estar ligado a la figura de San Pedro desde los inicios de su vida sacerdotal, aconsejó a los cofrades no llevar la Cruz que figura en sus medallas «como un mero adorno. Hay que verla con el Cristo clavado y el Cristo roto, pero ésta reverdece siempre», apuntó.

Tras la procesión de San Pedro, hoy se celebrará, a las ocho y media de la tarde, la del Santo Encuentro, cuarta de la Semana Santa avilesina y en la que procesionan las cofradías de Nuestro Padre Jesús de Galiana, Nuestra Señora de los Dolores y San Juan Evangelista. Cada una de estas hermandades partirá de su sede para encontrarse en la plaza de España y recorrer juntos La Ferrería, La Muralla, La Cámara, la plaza de España, San Francisco y finalizar en la plaza de Álvarez Acebal.