Un trabajador de la empresa Ingeniería Montajes del Norte (Imsa) que fue dado de alta a finales del pasado mes de enero presenta nuevamente niveles elevados de mercurio. El empleado recibió el resultado de las analíticas de orina y, según ha sabido este periódico, el valor límite biológico (VLB) fue de 45 microgramos de mercurio en orina, cuando el máximo establecido es de 20.

La explicación de que un trabajador de alta presente meses después niveles más altos de mercurio la ofreció ayer el doctor Luis Villoria, de los servicios médicos de Comisiones Obreras (CC OO): «Los riñones trabajan para expulsar los restos del mercurio, pero este trabajo es arduo. De la sangre pasa a los distintos órganos del cuerpo, al sistema nervioso... Cuando se hace un análisis de orina es cuando se detecta que los riñones buscan expulsar todo el metal pesado», apuntó. «Las intoxicaciones por mercurio son una especie en extinción, es decir, apenas hay literatura actualizada sobre incidentes. Pero sabemos que la capacidad de hacer daño es muy versátil. Se eleva en la orina cuando se está eliminando», recalcó. «Parece, por tanto, difícil de entender que la dirección general de Salud Pública o que el Instituto de Prevención de Riesgos digan que es un síntoma de que todo va bien el hecho de que los niveles en sangre vayan bajando», resaltó el mismo médico. La intoxicación por mercurio de los trabajadores de Imsa se detectó el pasado 2 de diciembre. Más de medio centenar de personas resultaron envenenadas por mercurio mientras realizaban arreglos en el intercambiador de la planta número 4 de tostación de la fábrica de Asturiana de Zinc en San Juan de Nieva. A estos trabajadores se añaden, precisamente, los de la propia empresa principal, cerca de un centenar. El Principado ultima el informe final.