José Luis García Martín no se olvidó de pasear por los rincones avilesinos, como el parque de Ferrera, el paseo de la ría o los palacios barrocos y animó a los avilesinos a que durante las fiestas olviden, «aunque resulte difícil, la pertinaz letanía de crisis, paro y corrupción». «Es el momento de recuperar fuerzas para seguir luchando. Es el momento de olvidar que el tiempo, que ni vuelve ni tropieza, camina con pies ligeros y sólo unos pocos pasos, el ancho de esta plaza -El Parche- separan al inquieto niño que fuimos del anciano en que nos convertiremos. Es el momento de celebrar que el Dios cristiano y la pagana Perséfone han resucitado y el mundo vuelve a florecer», pregonó el escritor. La Alcaldesa, Pilar Varela, también se dirigió a los vecinos tras entregar a la xana y xanina y a sus damas de honor un ramo de flores y aseguró que, entre todos, se superarán «las dificultades»

La Cofradía del Bollo también fue protagonista en la jornada de ayer. Los cofrades acudieron a la iglesia de San Nicolás de Bari, donde se ofició una misa en su honor y en la que cantó Patricia Martínez, acompañada al órgano por Rubén Díez. Los encargados de realizar la ofrenda del bollo y el vino fueron Aníbal Carrillo y la pequeña Olga Cueto.

Al oficio acudió una nutrida representación de la sociedad avilesina, como el concejal de Cultura, Román Antonio Álvarez; el comisario de la Policía Nacional, Agapito Pérez; el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Menéndez; el vicepresidente de la Ucayc, Herminio Sánchez; y la presidenta de la Asociación de Donantes de Sangre, Palmira García Cotero. Entre los invitados estaban también Alfonso Maqua, Marqués de San Juan de Nieva, y los resposables de las hermandades de la Semana Santa avilesina. La Cofradía del Bollo hizo entrega, además, de 900 bolsas que incluían el tradicional bollo de Pascua, longaniza de Avilés, una botella de vino blanco y una bandera de la ciudad.

No fueron los únicos que repartieron bollos mantecados. El Ayuntamiento de Avilés puso a disposición de los que quisieran 1.200 bollos y botellas de vino a un precio de cuatro euros. Además, a lo largo del día se celebró la muestra de oficios tradicionales en la plaza de Domingo Álvarez Acebal así como la feria de alfarería, en el mismo enclave.