La numerosa presencia de público en las calles de Avilés durante los pasados días de la Semana Santa y a las horas en las que estaban previstas procesiones es el mejor indicador, según los responsables de las cofradías penitenciales de la ciudad, del «excelente» estado de salud que presenta la Semana Santa. Y es que ni la certeza de que algunas procesiones se iban a suspender a la vista de cómo llovía disuadió a cientos de personas de coger sitio para ver, aunque fuese a resguardo de los soportales o tapados por paraguas, el desfile de los pasos.

«Las cofradías avilesinas hemos logrado algo por lo que hace veinte años nadie hubiera apostado: llenar las calles durante Semana Santa; ahora el siguiente reto es que esa gente entre en las iglesias», comentó el hermano mayor de la cofradía de La Soledad, José Francisco Facal. Esta cofradía será, además, la encargada de coordinar la Semana Santa de 2014 una vez que la del Santo Entierro, en trance de elegir nueva directiva, haya solicitado una moratoria de un año para asumir esa responsabilidad.

El mal tiempo que deslució la Semana Santa de Avilés es el comentario que está en la boca de todos los cofrades. Algunos lo lamentan más que otros, como es el caso de los «sanjuaninos», que no pudieron salir en procesión ninguno de los tres días que tenían previsto; o los de La Soledad, que por segundo año consecutivo hubieron de cancelar su desfile de Viernes Santo. La pena, dicen, pasará pronto y será sustituida por la ilusión de salir en procesión el año que viene.