La Fundación del Niemeyer cree que el agente de viajes imputado en la investigación sobre la contabilidad del centro cultural, J. M. V. R., cometió un delito de estafa entre los años 2007 y 2011 al girar a la entidad una serie de facturas que nada tienen que ver con la actividad del complejo. Además, concluye que esos cargos tuvieron que ser ordenados y autorizados por el que era el director del centro cultural, Natalio Grueso. Así se desprende de la ampliación de denuncia por el caso del Niemeyer presentada ante el juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Avilés el pasado 22 de marzo y cuyo contenido fue notificado ayer a las partes personadas en el caso del Niemeyer: los abogados de los tres imputados (J. M. V. R., Grueso y su ex mujer, J. P. P.) y los representantes legales de Foro Asturias y del Ayuntamiento de Avilés. Y es que el juez Ricardo Badás ha incluido en la investigación las facturas irregulares que el Consistorio puso en conocimiento de la Fiscalía, según comunicaron en medios jurídicos.

La denuncia, a la que tuvo acceso este periódico, hace referencia a 207 incidencias por valor de 130.350 euros en un total de 89 facturas giradas por la conocida agencia de viajes con la que trabajaban de forma habitual los ex gestores del Centro Niemeyer (El Corte Inglés). La agencia reconoce «la existencia de cargos indebidos girados a la Fundación» y deja constancia de su voluntad de devolver a la entidad 24.243,90 euros, como ya adelantó este periódico. En la ampliación de la demanda del penalista Alejandro Riera, la entidad considera que existen «indicios racionales» de que el agente de viajes que está siendo investigado, J. M. V., «manipuló numerosas facturas bajo las instrucciones de Natalio Grueso» durante los cinco años que estuvo al frente del proyecto cultural. Según la documentación ya en poder de las partes, habrá una tercera ampliación de denuncia por parte de la Fundación.

Pero, ¿con qué están relacionadas esas incidencias? Según ha podido saber este periódico, se trata de servicios supuestamente prestados por la agencia en cuestión a la Fundación pero que, en realidad, o no llegaron a materializarse, o son servicios distintos de los que en realidad se prestaron, o la persona mencionada en la factura como receptora del servicio no se corresponde con la que en realidad lo recibió. La mayoría de las presuntas irregularidades detectadas por la Fundación tienen que ver con este último supuesto: personas que viajaron a costa del Centro Niemeyer sin tener relación alguna con el proyecto, siempre según la denuncia. Entre ellas se encuentran viajes de vacaciones de familias asturianas, que se cargaron al Niemeyer de forma indebida, o un vuelo a Bogotá del ex juez Baltasar Garzón.

La Fundación habla de 207 incidencias en 89 facturas giradas por la agencia de viajes. Pero la empresa sólo reconoce 35 cargos irregulares por importe de 24.243,90 euros que corresponden a «servicios que no guardan relación alguna con la actividad de la Fundación». La firma sostiene que la gestión de todos esos servicios supuestamente injustificados corrió a cargo de J. M. V., que ya no trabaja para la agencia de viajes.

La entidad sólo se refiere en la ampliación de demanda que ayer se notificó a las partes a las irregularidades que reconoce la agencia de viajes. Según esa documentación, Natalio Grueso aparece en ocho ocasiones como receptor de un servicio cuando en realidad quien lo recibió fueron personas ajenas a la Fundación. La entidad sostiene que el investigado J. M. V. R. alteró de forma parcial facturas giradas por la Fundación haciendo constar los datos de Grueso para ocultar que quien había recibido el servicio era un tercero ajeno al proyecto cultural avilesino.

Lo mismo ocurre en otras seis ocasiones, en las que el servicio (en la mayoría de los casos vuelos y estancias en hoteles) lo disfrutaron personas que los actuales gestores no vinculan con el anterior equipo y en los que aparecen como destinatarios el ex subdirector del Niemeyer (J. P.), el que fuera director de comunicación (P. Z.) y el ex jefe de producción (M. M.).

También vienen recogidas en la ampliación de la denuncia tres vuelos en los que aparecen datos de personas ajenas a la Fundación. En estos casos, y siempre según la misma versión, ni siquiera se corresponde el nombre y apellidos de los supuestos pasajeros con la identidad de quien voló ni el destino real del avión. Se trata, en concreto, de unos supuestos vuelos de ida y vuelta a Sevilla a nombre de Quintero (el periodista Jesús Quintero intervino en Avilés en una presentación del escritor Paulo Coelho en 2008). Pero en realidad, el servicio prestado consiste en dos vuelos de ida y vuelta a Lanzarote, que en realidad disfrutaron una mujer y su hijo. Y lo mismo ocurre con otros dos vuelos de ida y vuelta a Palma de Mallorca, aunque con otras identidades.

Entre las supuestas irregularidades detectadas también hay un visado a Cuba y billetes de ida y vuelta entre Oviedo y La Habana para una mujer, en 2009, que no tiene relación alguna con la Fundación del Niemeyer. Y destacan unos desplazamientos en avión entre Madrid y Londres entre el 19 y el 22 de junio de 2009. En esas fechas se disputó el Gran Premio de Fórmula 1 de Silverstone (concretamente el 21 de junio de ese año). Los actuales gestores del Niemeyer, según consta en la denuncia, concluyen que el imputado J. M. V. viajó junto a otras tres personas ajenas al Niemeyer ese fin de semana a la capital británica «a cargo de la Fundación».

No se trata de la única supuesta irregularidad relacionada con la categoría reina del automovilismo. La agencia de viajes reconoce irregularidades en un viaje realizado por un grupo de doce personas a Madonna di Campliglio (en los Dolomitas italianos) entre los días 9 y 16 de enero de 2011, con motivo del evento «Wroom Week». Se trata de una cita internacional que reúne a los pilotos y equipos de Ferrari y Ducati, así como a la prensa. El importe total del viaje supera los 24.000 euros, de los que 9.000 euros fueron pagados por la Fundación y el resto por los diferentes pasajeros, según la agencia. El servicio incluye vuelos desde Oviedo a Venecia y regreso desde Milán, estancia de siete noches en los hoteles de cuatro estrellas Diana y Savoia Palace y traslados. Ni la Fundación ni la agencia de viajes tienen constancia de que las doce personas que viajaron (diez hombres y dos mujeres) tengan relación alguna con el centro cultural de la ría. También se dan casos en los que el agente de viajes J. M. V. carga por duplicado la misma factura, según la denuncia.La Fundación concluye que J. M. V. cometió un delito de estafa entre los años 2007 y 2011 al girar supuestamente al Niemeyer una serie de facturas que contenían cargos que nunca debió asumir la entidad por un importe que supera los 24.000 euros, «unos pagos que ordenó y autorizó Natalio Grueso».

Pero la entidad, y siempre según la documentación que consta en el juzgado, ha detectado muchas más irregularidades vinculadas a la agencia de viajes en cuestión, que también reconoce la empresa de viajes pero que no responde económicamente por ellas. La Fundación las valora en más de 130.000 euros. Habrá más facturas e incidencias que presentar al juez Ricardo Badás. Será el próximo capítulo.