El director general de Salud Pública, Julio Bruno, manifestó ayer que «no existe ningún motivo de alarma» sobre la situación ambiental por contaminación de mercurio en el exterior de la fábrica de Azsa. Añadió, asimismo, que, por lo tanto, «no existe ningún motivo para adoptar medidas extraordinarias con la población del entorno». Bruno indicó que en las mediciones ambientales individuales que se llevan a cabo «de manera sistemática» no se han detectado niveles de mercurio superiores a los tolerables». Todo esto, horas después de haber trascendido que el informe de la investigación realizada a raíz de la intoxicación de medio centenar de trabajadores dentro de Azsa determina, entre otras conclusiones, que existe un riesgo incontrolado de exposición al mercurio en la fábrica de San Juan.

Asimismo, la Consejería de Sanidad anunció ayer la puesta en marcha de un estudio para determinar la presencia de mercurio en sangre de la población asturiana. La dirección General de Salud Pública, con la colaboración del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias, está tomando muestras a 150 personas mayores de 18 años y de todos los grupos de edad con el fin de analizar los niveles de este metal y poder, de este modo, comparar estos resultados con los obtenidos de los análisis efectuados a los trabajadores de las empresas Asturiana de Zinc (Azsa) e Ingeniería Montajes del Norte (Imsa), víctimas de un envenenamiento por metales pesados en las instalaciones que la multinacional del grupo Xstrata posee en San Juan de Nieva.

Julio Bruno precisó que los resultados de ese informe encargado por la consejería «permitirán valorar adecuadamente los niveles de mercurio en sangre detectados en los trabajadores de Asturiana de Zinc, situándolos en el contexto global de la población asturiana». El director general consideró que en un asunto tan delicado como el envenenamiento por mercurio es preciso pronunciarse «con absoluto rigor y transparencia» como, a su juicio, viene haciendo la Consejería de Sanidad desde el inicio de la crisis del mercurio.

El director de Salud Pública recalcó también que, a raíz del accidente en Azsa, se puso en marcha «un dispositivo extraordinario para una situación extraordinaria, con el objetivo de dar mayor seguridad en el seguimiento de los afectados, independientemente de su situación laboral futura». Así, explicó que todos los trabajadores afectados han sido citados ya por el servicio de Medicina Interna del HUCA y se les han hecho todas las pruebas necesarias por parte de diferentes especialidades. Además, se seguirá con un protocolo de atención para detectar a tiempo problemas de salud a largo plazo.

Bruno aseguró también que se han realizado análisis ya al 62 por ciento de la plantilla de Azsa y contarán finalmente con una muestra de «unos 700 trabajadores de los 824 de la plantilla total». Según los sindicatos consultados, «el director tiene que saber que habla de analíticas, no de trabajadores; conocemos casos de cuatro y cinco análisis al mismos trabajador». Julio Bruno indicó que el 5 por ciento de los análisis referidos presentan niveles en sangre de mercurio por encima de los 15 microgramos en litro de sangre, es decir, por encima de los valores límites derogados ya hace cuatro meses por la Comisión Nacional de Seguridad y Salud Laboral.

Según el director de Salud Pública, la presencia de mercurio en el organismo es «preocupante» y, en ese sentido, ofreció algunos datos que tienen que ver con el consumo de grandes peces depredadores, como el pez espada o emperador y el atún por parte de las madres durante el embarazo. De hecho, el Ministerio de Sanidad y la propia Consejería de Sanidad recomiendan a las mujeres embarazadas y a los menores de cuatro años limitar la ingesta de este tipo de pescado y han puesto en marcha otras estrategias para tratar de reducir la presencia de este metal pesado en la población. En Azsa, por ejemplo, se repartió un folleto del Ayuntamiento de Nueva York a este respecto.