La polémica sigue acompañando a la finca de El Espartal propiedad de Aldergarten. Cuando la Corporación castrillonense está a punto de firmar un convenio urbanístico con la empresa para trasladar los derechos edificatorios de la margen izquierda a la margen derecha de la carretera de Salinas a San Juan, el Ateneo Republicano de Castrillón (ARC) pide asegurar que el suelo que se de a la empresa no sea una fosa común de la guerra civil española y la posguerra. «Hemos pedido a los grupos políticos del Ayuntamiento de Castrillón que antes de aprobar la permuta de la finca de El Espartal por suelo municipal en el Pinar de Salinas, se aseguren de que en esos terrenos no hay restos humanos de vecinos fusilados durante la guerra civil», señalaron Carlos Rodríguez Rivas y Manuel Colero, presidente y secretario respectivamente del Ateneo Republicano de Castrillón.

«No se puede descartar de antemano que en esos terrenos municipales existan restos humanos de vecinos de Castrillón y concejos limítrofes, fusilados durante la guerra civil. El pinar de Salinas fue uno de los primeros lugares utilizados para los fusilamientos extrajudiciales dada su ubicación, su extensión y por tratarse de un terreno arenoso fácil de excavar», indicaron.

Los dirigentes del ARC sostienen que de los estudios realizados se desprende que la fosa común del pinar de Salinas no se parece a otros enterramientos de ese tipo. «La fosa común de Salinas no se trata de una excavación única y bien definida de gran capacidad. Es más bien una sucesión de huecos de dimensiones variables que se cavaban según el número de gente fusilada y se utilizó de forma repetida», afirmaron.

La fosa del Pinar de Salinas data de la etapa de la represión sfranquista de la posguerra y fue uno de los primeros lugares utilizados para los enterramientos en el concejo de Castrillón. Los testimonios recogidos por los historiadores señalan el pinar como área de fusilamiento y una zona en la que se encontraron cadáveres incluso en la década de los sesenta del siglo pasado. El estudio «La Memoria Histórica en el concejo de Castrillón» encargado por el Ayuntamiento a los historiadores Pablo Martínez y Azucena López, concluye que en el municipio existen dos grandes fosas comunes, la del Pinar de Salinas y otra, de menores dimensiones en la Lloba. En el pinar se calcula que puede haber enterradas unas 400 personas.