Luanco, Illán GARCÍA

Robustiano Rodríguez Martínez, «Robus», fallecido el pasado mes de septiembre, fue uno de los promotores de las jornadas gastronómicas del bonito, que este año cumplen veintinueve ediciones. Esta es una de las principales razones por las que la asociación de hosteleros de Gozón le concederá el premio «Bonito de Oro» a título póstumo en un acto que se celebrará a lo largo del mes de junio con fecha aún sin determinar. El presidente de la asociación de hostelería de Gozón, Ramón Menéndez, explicó además que, como es tradición, las jornadas gastronómicas del bonito se celebrarán durante el primer fin de semana de julio.

«Robus» fue uno de los hosteleros de Gozón que recuperó el festival del bonito allá por el año 1984, siendo alcalde del concejo Ignacio Artime, «Papes». «Antes de organizar el festival en la explanada del muelle, se limitaba a cuatro bares y el Alcalde nos propuso hacerlo más popular y así lo hicimos», asegura Ramón Menéndez, del bar El Muelle, uno de los compañeros de Robustiano Rodríguez en la organización de ese primer festival del bonito en el muelle viejo. «Éramos cuatro: Paco " el de La Ribera", "El fogonero", de Bañugues, "Robus" y yo y lo hicimos con acierto y con éxito», añade este hostelero.

Ramón Menéndez recordó además la figura de Robustiano Rodríguez como un «hombre muy trabajador e inquieto» y, por lo tanto, la idea de que «Robus» reciba el «Bonito de oro» a título póstumo «es una gran noticia».

Por su parte, Laura Rodríguez, hija del homenajeado, expresó que el reconocimiento que se le hará en junio a su padre ayudará a mantener vivo el recuerdo de este hostelero querido por los gozoniegos. «Me gusta mucho que se siga recordando a mi padre, la verdad desde que falleció, estamos muy apoyados por el pueblo y por el gremio de hosteleros», indicó Laura Rodríguez. «Cuando vienen visitantes de fuera del concejo, dicen que gracias a mi padre conocieron el pueblo; era como un embajador de Luanco», añade la hija del hostelero fallecido en el mes de septiembre de 2012.

Robustiano Rodríguez Martínez, «Robus», nació en Cangas del Narcea y, aún siendo muy joven, vino a trabajar a Luanco, villa en la que permanecería toda su vida. Su primer empleo como hostelero en el concejo fue en el extinto hotel Aramar, un negocio ubicado en la calle Gijón, a pocos metros del Museo Marítimo de Asturias. Tras años de trabajo, Robustiano Rodríguez consiguió abrir su propio restaurante en la calle Ortega y Gasset de Luanco y, posteriormente, dos establecimientos hoteleros ubicados en la plaza de La Baragaña. Desde septiembre, los hosteleros y vecinos aún recuerdan a «este hostelero de hosteleros», de ahí que en junio reciba a título póstumo el premio «Bonito de oro».